Si usted está amamantando y quiere venir a hacerse una mamografía, hay algunas cosas que debe tener en cuenta para asegurarse de obtener las mejores imágenes de sus senos.
La primera cuestión a tener en cuenta es que la lactancia significa que sus pechos son más densos, debido al aumento del tamaño del tejido glandular que produce la leche y a la propia leche. Este tejido mamario denso es más difícil de leer en una mamografía, con la posibilidad de que ese tejido denso oculte cosas. La compresión requerida también es un poco más incómoda que la mamografía media, sobre todo por las fugas de leche. Por estas razones, se suele decir a las mujeres que esperen 6 meses después de dejar de dar el pecho antes de hacerse una mamografía. Sin embargo…
La pregunta entonces es: ¿Es una mamografía de cribado o de diagnóstico? Si la madre está asintomática (es decir, de cribado), se recomienda esperar aproximadamente 6 meses después de dejar de amamantar antes de acudir a la mamografía. Conseguiremos una mejor imagen y se sentirá más cómoda!
Si la mamografía es diagnóstica por un bulto o algún otro cambio preocupante en su mama, no espere a ser evaluada por su profesional sanitario ya que hay varios tipos de imágenes que se pueden utilizar. La ecografía mamaria no está tan limitada por los cambios en el tejido mamario derivados de la lactancia y puede ser la primera prueba solicitada. Dependiendo de los detalles, también puede ser necesaria una mamografía. La resonancia magnética de las mamas también se puede utilizar en mujeres que están amamantando, pero generalmente se utilizaría después de realizar otras pruebas.
En resumen: si está amamantando y quiere acudir a su mamografía de detección anual, puede estar bien posponerla hasta que termine de amamantar (Nota importante: consulte con su proveedor de atención médica). Si necesita una mamografía de diagnóstico, no espere. Existen múltiples formas de obtener imágenes de la mama, y no hay necesidad de posponer la atención que necesita.