La laringitis es la inflamación (-itis) de la laringe (-laringe). La laringe también se conoce como la «caja de voz» porque contiene las cuerdas vocales, que son necesarias para el habla. Situadas en la garganta, por encima de la tráquea, las cuerdas vocales se abren y se cierran para crear el sonido.
Síntomas y causas
Mucha gente piensa que la laringitis es simplemente perder la voz; sin embargo, la pérdida de voz es en realidad un síntoma. «La laringitis es una inflamación de las cuerdas vocales. Esta inflamación provoca cambios en la voz o la pérdida total de la misma», dijo a Live Science la doctora Stacey Silvers, del Madison Skin and Laser Center de Nueva York.
A veces, la inflamación es tan grave que la garganta se bloquea, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH). El habla también puede ser ronca, o no ser posible en absoluto. La garganta puede doler y picar, como si hubiera que limpiarla. El paciente también puede tener fiebre.
Estos síntomas suelen aparecer a las pocas horas o días de desarrollar un resfriado o una infección de las vías respiratorias superiores, como la bronquitis o la neumonía. Los resfriados, causados por virus, son la causa más común de laringitis. Otras causas virales son el sarampión. Aunque son raras, las infecciones bacterianas, como la difteria, también pueden causar laringitis.
Ciertas actividades pueden forzar las cuerdas vocales para causar inflamación y provocar laringitis. Ejemplos de este tipo de actividades son gritar en un evento deportivo o en un concierto y trabajar como cantante profesional.
Silvers señala que todas las causas de laringitis provocan ronquera, pero no toda la ronquera es laringitis. Los pólipos vocales (que se observan en los fumadores y en las personas con reflujo ácido crónico), los nódulos (por el uso inadecuado de la voz durante años), los tumores (benignos o malignos) y los traumatismos en la parte exterior del cuello pueden causar inflamación o fractura del cartílago laríngeo, lo que provoca ronquera. Los pacientes también pueden tener problemas neurológicos vocales que pueden provocar parestesia o debilidad vocal. Por ejemplo, los pacientes de Parkinson suelen tener ronquera, con temblor vocal y parálisis nerviosa. Cualquier cosa que irrite, inflame, bloquee o debilite las bandas vocales (cuerdas), provocará ronquera, dijo Silvers.
Cuando la laringitis persiste durante tres o más semanas, se considera crónica. La bulimia, el abuso del alcohol y el tabaquismo, la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE o reflujo ácido) y la sinusitis hacen que las sustancias químicas entren en contacto repetido con las cuerdas vocales, lo que las daña con el tiempo.
Síntomas como fiebre, dificultad para tragar, ruidos respiratorios agudos y más babeo de lo normal en los niños deben tomarse en serio. Pueden ser signos de crup, que es una enfermedad potencialmente mortal. Los padres deben hacer que el niño reciba atención médica inmediata, según la Clínica Mayo.
Diagnóstico y pruebas
La laringitis se diagnostica mediante una exploración física. El médico escuchará el sonido de la voz y, mediante una técnica llamada laringoscopia, utilizará un pequeño espejo y una luz para observar la parte posterior de la garganta. El enrojecimiento y la inflamación suelen ser visibles.
A veces se utiliza un procedimiento más nuevo y ligeramente más invasivo llamado endoscopia para hacer un diagnóstico. La endoscopia permite al médico ver las cuerdas vocales en movimiento. En este procedimiento, el médico utiliza un tubo delgado y flexible llamado endoscopio que está equipado con una minicámara y una luz en su extremo. El médico introduce el endoscopio en la nariz o la boca y lo extiende hasta la garganta. Para las personas con laringitis crónica, se puede recomendar la realización de pruebas para detectar el cáncer.
Tratamiento y medicación
La laringitis no suele ser grave. El reposo de las cuerdas vocales y la evitación de sustancias irritantes suelen resolver los síntomas. En algunos casos, pueden recetarse supresores de la tos o antibióticos (si la infección es bacteriana).
También pueden describirse corticoesteroides para los lactantes con laringitis relacionada con el crup o para los adultos que necesitan hablar para trabajar o para otros asuntos urgentes. «Los esteroides pueden reducir la inflamación también, siempre que se aborde el problema subyacente», dijo Silvers.
Terapias alternativas y caseras
Mantener la hidratación y evitar los líquidos fuertes como el alcohol y la cafeína también promoverá la curación. Además de beber líquidos, las pastillas para el dolor de garganta, el agua salada y el chicle, que aumentan la producción de saliva, pueden aliviar el picor en la garganta. Respirar aire húmedo de un humidificador o incluso una ducha caliente también puede aliviar los síntomas.
Las cosas que hay que evitar son cualquier actividad que reseque la nariz, la boca y la garganta. Por ejemplo, los descongestionantes, como los que se encuentran en los productos de venta libre que se toman para el goteo nasal, pueden agravar aún más las cuerdas vocales.
¡No susurre!
Muchos piensan que susurrar es la clave para curarse cuando se padece laringitis. Según la Clínica Mayo, susurrar puede empeorar los síntomas, ya que provoca más tensión en las cuerdas vocales que hablar normalmente. Aun así, aunque se anima a las personas a hablar con voz normal, tanto el hablar como el cantar deben reducirse al mínimo para dar tiempo a que las cuerdas vocales se curen.