Auxinas
La distribución de las auxinas, que promueven el crecimiento longitudinal de las plantas, está correlacionada con la distribución de las regiones de crecimiento de la planta. La auxina más importante es el ácido β-indolilacético (IAA), que se forma a partir del aminoácido triptófano o de la descomposición de carbohidratos conocidos como glucósidos. La hormona afecta a las plantas por su acción sobre los enlaces químicos de los carbohidratos que componen las paredes celulares de las plantas. El proceso permite la deformación irreversible de las células y va acompañado de la entrada de agua y la síntesis de nuevo material de la pared celular. Muchas hormonas animales pueden ejercer sus efectos influyendo en la síntesis de proteínas, y las pruebas sugieren que las auxinas pueden actuar de forma similar.
Muchos otros compuestos naturales y sintéticos llamados auxinas también tienen propiedades promotoras del crecimiento, pero no siempre son tan activos como el IAA. Algunos de estos compuestos, sin embargo, resisten la destrucción enzimática que es el destino normal del IAA dentro de la planta; esta característica es de gran valor en la investigación y en la horticultura, porque la acción de la auxina puede ser prolongada. Otros compuestos similares a las auxinas se utilizan como herbicidas selectivos (por ejemplo para perturbar el crecimiento de las hojas de las plantas dicotiledóneas en campos que contienen cultivos de cereales monocotiledóneos o en el césped) y como agentes que eliminan las hojas de las plantas dicotiledóneas (agentes defoliadores).
Las características hormonales del IAA se demuestran fácilmente en las plántulas de gramíneas, en las que la hormona se sintetiza en la punta del coleóptilo (la vaina protectora de la plúmula emergente, o yema embrionaria) y pasa hacia abajo hasta su punto de acción en la región de crecimiento, donde evoca la elongación de las células del coleóptilo; el crecimiento se detiene si se elimina la punta. El movimiento de la hormona hacia abajo desde la punta del coleóptilo depende de una interacción entre la hormona y las células a través de las cuales se produce normalmente el movimiento.
Además de promover el crecimiento normal de la longitud de la planta, las auxinas influyen en el crecimiento de los tallos hacia la luz (fototropismo) y contra la fuerza de la gravedad (geotropismo). La respuesta fototrópica se produce porque se distribuyen mayores cantidades de auxina hacia el lado alejado de la luz que hacia el lado que se dirige a ella; la respuesta geotrópica se produce porque se acumula más auxina a lo largo del lado inferior del coleóptilo que a lo largo del lado superior. El crecimiento hacia abajo de las raíces también está asociado a una mayor cantidad de auxina en sus mitades inferiores. Este efecto, que es el opuesto al encontrado en los coleóptilos, se atribuye a una acción inhibidora de las auxinas sobre el crecimiento de las raíces, pero este aspecto de la acción de las auxinas aún no se conoce del todo. Las auxinas tienen otras acciones además de las asociadas a la promoción del crecimiento; por ejemplo, desempeñan un papel en la división celular, en la diferenciación celular, en el desarrollo del fruto, en la formación de raíces a partir de esquejes y en la caída de las hojas (abscisión). En condiciones experimentales, las auxinas tienden a inhibir el progreso del envejecimiento de las plantas, quizás debido a su efecto estimulante sobre la síntesis de proteínas.