Hay varias causas de los pies calientes, entre ellas:
- Deficiencias de nutrientes
- La neuropatía diabética
- Embarazo
- Menopausia
- Infección por hongos
- Exposición a metales pesados
- Quimioterapia
- Enfermedad de Charcot-Marie-Tooth (CMT)
- Enfermedad renal crónica
- Hipotiroidismo
- VIH y SIDA
- Abuso de alcohol
- Síndrome de Guillain-Barré (SGB)
- Polineuropatía desmielinizante inflamatoria crónica (CIDP)
- La eritromelalgia
- Vasculitis
- Sarcoidosis
- Factores relacionados con el estilo de vida
Deficiencias de nutrientes
Los nervios necesitan ciertos nutrientes para funcionar correctamente. Si el organismo no puede absorber los nutrientes, aumenta el riesgo de que se produzcan daños en los nervios, y de que se produzcan pies calientes. Las deficiencias de folato, vitamina B6 y vitamina B-12 pueden contribuir a la neuropatía.
Según las investigaciones, la desnutrición y las deficiencias nutricionales están asociadas a:
- el abuso del alcohol
- los trastornos alimentarios
- la falta de vivienda
- un nivel económico más bajo
- la edad avanzada
- el embarazo
La neuropatía diabética
Una de las causas más comunes de los pies calientes es la neuropatía diabética.
Esta afección está causada por daños en los nervios y es una complicación tanto de la diabetes de tipo 1 como de la de tipo 2. Además de la sensación de quemazón, los síntomas incluyen dolor, hormigueo y entumecimiento en los brazos, las manos, las piernas y los pies.
Embarazo
Las mujeres embarazadas pueden experimentar pies calientes debido a los cambios hormonales que aumentan la temperatura corporal. Un aumento de la carga en los pies debido al aumento natural de peso y un aumento del líquido corporal total también pueden desempeñar un papel en los pies calientes durante el embarazo.
Menopausia
La menopausia puede causar cambios hormonales que provocan un aumento de la temperatura corporal y pies calientes. La mayoría de las mujeres experimentan la menopausia entre los 45 y los 55 años.
Infección por hongos
Se calcula que, en un momento dado, entre el 15 y el 25 por ciento de las personas tienen pie de atleta, una infección fúngica común.
El tratamiento rápido de esta infección es importante porque puede extenderse a otras zonas del cuerpo, así como a otras personas.
Exposición a metales pesados
Estar expuesto a metales pesados como el arsénico, el plomo o el mercurio, puede causar una sensación de ardor en los pies y las manos.
Si los niveles de estas sustancias se acumulan en el cuerpo, pueden alcanzar niveles tóxicos y comenzar a interferir con la función nerviosa.
Quimioterapia
Utilizada para tratar el cáncer, la quimioterapia destruye las células de rápido crecimiento en el cuerpo. Sin embargo, puede provocar daños en los nervios y los síntomas asociados de ardor y hormigueo en pies y manos.
Enfermedad de Charcot-Marie-Tooth (CMT)
En algunas personas, esta forma de neuropatía hereditaria puede provocar calor u hormigueo en los pies. La CMT, que afecta a 1 de cada 2.500 personas en Estados Unidos, es uno de los trastornos neurológicos heredados más frecuentes.
Enfermedad renal crónica
También conocida como uremia, la enfermedad renal crónica es el resultado de un daño en los riñones. Estos órganos ya no son capaces de eliminar las toxinas del cuerpo a través de la orina. Con el tiempo, la acumulación de tóxicos puede causar neuropatía.
Hipotiroidismo
Tener niveles bajos de la hormona tiroidea -una afección conocida como hipotiroidismo- puede provocar hormigueo, entumecimiento o dolor en los pies, las piernas, los brazos o las manos. Estas sensaciones se producen porque tener niveles corporales bajos y constantes de hormonas tiroideas provoca daños en los nervios.
VIH y SIDA
Uno de los síntomas del SIDA o del VIH en fase avanzada es la neuropatía periférica, y los pies calientes o con ardor. Se calcula que el daño a los nervios afecta a casi un tercio de las personas con VIH.
Según la Fundación para la Neuropatía Periférica, algunos medicamentos para el SIDA -incluidos ciertos inhibidores nucleósidos de la transcriptasa inversa (INTR)- también causan neuropatía.
Abuso de alcohol
Otra causa común de los pies calientes, la ingesta excesiva de alcohol, puede provocar daños en los nervios de los pies y otras partes del cuerpo, una afección conocida como neuropatía alcohólica.
Este daño en los nervios se produce porque el alcohol interfiere en la capacidad del cuerpo para absorber y utilizar ciertos nutrientes que son vitales para el correcto funcionamiento de los nervios. También se produce porque el alcohol es tóxico para los nervios del organismo.
Síndrome de Guillain-Barré (SGB)
El síndrome de Guillain-Barré se produce cuando el sistema inmunitario ataca al sistema nervioso periférico. Los síntomas incluyen diversos grados de entumecimiento, hormigueo y debilidad en las piernas y los pies, y pueden afectar al tronco y los brazos.
El SGB es un trastorno poco frecuente que afecta a 1 de cada 100.000 personas. Los hombres y las mujeres son igualmente propensos al SGB.
Polineuropatía desmielinizante inflamatoria crónica (CIDP)
Este trastorno neurológico se caracteriza por un deterioro de la función sensorial y una debilidad progresiva en las piernas y los brazos durante un largo período de tiempo. Puede provocar una sensación de hormigueo o ardor en los pies y las manos.
La eritromelalgia
La eritromelalgia es una enfermedad poco frecuente que afecta principalmente a los pies. Se caracteriza por un dolor intenso, enrojecimiento y sensación de calor en los pies y las manos. Los síntomas pueden aparecer de forma continua o periódica.
Vasculitis
Esta afección, caracterizada por la inflamación de los vasos sanguíneos, puede causar dolor y hormigueo en los pies, ya que la sangre no puede fluir libremente a las extremidades. Puede provocar daños en los tejidos.
Sarcoidosis
En esta enfermedad inflamatoria, crecen en el cuerpo pequeños grupos de células inflamatorias, llamados granulomas. Si la piel o el sistema nervioso están afectados, los pies pueden arder o sentirse calientes.
Factores relacionados con el estilo de vida
Un calzado inadecuado y estar de pie o caminar durante mucho tiempo, especialmente con temperaturas elevadas, pueden provocar calor o ardor en los pies.