Cada vez es más posible que las mujeres elijan cómo y dónde dar a luz. Aunque la mayoría de las decisiones sobre el parto no se pueden concretar hasta el momento de dar a luz, es importante conocer las opciones y tener una idea de lo que le conviene.
Parto en el hospital
La mayoría de los bebés que nacen en Estados Unidos lo hacen en un hospital. Puede haber varios hospitales en su zona. Usted y su médico pueden determinar el hospital apropiado para su parto.
Los hospitales tienen salas de parto y quirófanos para las cesáreas. La mayoría de los hospitales tienen suites de trabajo de parto/parto/recuperación (LDR), que son habitaciones grandes preparadas para permitir que las mujeres permanezcan en una habitación desde el trabajo de parto hasta la recuperación.
Muchos hospitales ofrecen visitas a la sala de maternidad para los padres que están esperando.
Centros de partos
Son centros independientes que abogan por el «parto natural» (parto sin asistencia de medicamentos) para mujeres con bajo riesgo de complicaciones en el embarazo que dan a luz a término (de 37 a 42 semanas). Los centros de parto suelen tener una atmósfera más parecida a la del parto en casa.
La atención médica es administrada por enfermeras-parteras o parteras certificadas. No hay un obstetra ni un anestesista en el lugar y no hay capacidad para realizar cesáreas.
Las comadronas están capacitadas para evaluar posibles problemas a lo largo del período de gestación y derivarán a las pacientes a la atención de un obstetra en un entorno hospitalario si es necesario.
Parto en el agua
Los partos en el agua no son muy utilizados en la comunidad obstétrica, pero son más aceptados entre las comadronas. La mayoría de los partos en el agua se realizan en casa, pero algunos hospitales y centros de maternidad ofrecen servicios de parto en el agua.
Los defensores de los partos en el agua sugieren que el agua relaja a la madre y facilita el parto. Hay poco riesgo de ahogamiento, ya que el recién nacido no respira por primera vez hasta que se expone al aire. No hay pruebas de que los bebés que han tenido un parto en el agua sufran más efectos adversos.
Los partos en el agua no se aconsejan para las mujeres que tienen riesgo de sufrir complicaciones o de tener un parto prematuro y que necesitan una vigilancia más estrecha.
El parto en casa
Un parto en el hospital no es para todo el mundo. Tener un bebé en la comodidad de tu propia casa puede ser la mejor opción para ti. El inconveniente es que la atención de urgencia no está disponible de inmediato si surgen complicaciones durante el trabajo de parto o el parto.
Los profesionales que atienden a las mujeres en los partos en casa están capacitados para proporcionar una atención médica limitada, como la succión y la administración de oxígeno.