Definición
El músculo oblicuo se refiere a dos músculos abdominales – los oblicuos externos e internos. Estos proporcionan la flexión y rotación del tronco. El oblicuo externo es el más grueso y va desde las costillas inferiores hasta la cresta ilíaca. El oblicuo interno se encuentra debajo del músculo externo y también se origina en la cresta ilíaca antes de llegar al hueso púbico. Aquí, se une a una lámina de tejido conectivo compartida con el músculo transverso del abdomen.
¿Dónde se localiza el músculo oblicuo?
El grupo de músculos oblicuos se localiza en la pared abdominal anterolateral. También tenemos un músculo oblicuo inferior emparejado y un músculo oblicuo superior que forman parte de los músculos extrínsecos de la órbita ocular. Este artículo sólo describe los oblicuos de la pared abdominal lateral.
El rango de movimiento del músculo oblicuo también implementa un músculo subyacente llamado músculo transverso del abdomen, el más profundo y delgado de este grupo de tres músculos de flexión y rotación del tronco.
La pared abdominal anterolateral está compuesta por varias estructuras anatómicas:
- Oblicuos abdominales externos
- Oblicuos abdominales internos
- Músculos abdominales transversos
- Músculos abdominales anteriores
- Músculos rectos abdominales
- Piramidales
- Fascia transversal
- Peritoneo
- Fascia de Camper (tejido graso)
- Fascia de Scarpa (tejido membranoso)
- Piel
Una fascia es una lámina de tejido conectivo que ayuda a los músculos a unirse a otras estructuras, soporta fuerzas de alta tensión y también cubre los músculos para aumentar su estabilidad. En la pared abdominal anterolateral, estas capas permiten un movimiento de deslizamiento que reduce la fricción; esto aumenta la eficiencia de los músculos oblicuo y transverso del abdomen.
El peritoneo recubre la cavidad abdominal, cubriendo los órganos internos.
Grupo de músculos oblicuos
Cuando se habla del grupo de músculos oblicuos, también cabe mencionar el transverso del abdomen. No sólo porque contribuye a la amplitud de movimiento del músculo oblicuo, sino también porque está conectado indirectamente al oblicuo interno por medio de una aponeurosis compartida.
Una aponeurosis es otro tejido conectivo fuerte en forma de lámina que actúa un poco como una fascia. Conecta el músculo con el hueso o el músculo con la fascia.
Los oblicuos abdominales son importantes para mantener la tensión de la pared abdominal y soportar los órganos internos. Si estos músculos se debilitan o se dañan, el resultado puede ser una hernia abdominal en la que los tejidos blandos situados debajo de los músculos sobresalen.
La tensión de la pared abdominal es importante cuando se exhala con fuerza, se orina, se defeca y, en las mujeres, durante el parto.
Músculo oblicuo externo
El músculo oblicuo externo es un músculo emparejado que se extiende por fuera de las costillas cinco a doce hasta la cresta del hueso ilion. Cuando el lado izquierdo se contrae, el derecho se relaja. Esto permite la flexión ipsilateral (del mismo lado) al lado que se contrae y la rotación contralateral (del lado opuesto) del tronco.
Cuando este músculo se contrae en ambos lados (contracción bilateral) trabaja junto con el recto abdominal y los músculos oblicuos internos para flexionar el tronco hacia delante. Este movimiento también contribuye a la respiración. Puede comprobarlo estando de pie o sentado y espirando con fuerza. Sentirá que el tronco se desplaza hacia delante. Esto se debe a la dirección de las fibras musculares que se extienden hacia abajo y que tiran de las costillas inferiores hacia la pelvis.
El origen del músculo oblicuo externo está en las superficies externas de las costillas quinta a duodécima. Los puntos de inserción son a través de la aponeurosis del oblicuo externo en la línea alba, la parte delantera de la cresta ilíaca y el tubérculo púbico (ver imagen inferior). La línea alba o línea blanca es un tejido conectivo fibroso que atraviesa el centro del abdomen.
Músculo oblicuo interno
El músculo oblicuo interno emparejado se sitúa por debajo del oblicuo externo. Se origina en la parte anterior de la cresta ilíaca, la fascia lumbodorsal y la fascia iliopectínea entre la ingle y el hueso de la cadera.
Desde estos orígenes, el músculo oblicuo interno se inserta en las costillas diez, once y doce, en la línea alba, en la cresta púbica y en la línea pectínea.
A diferencia de los oblicuos externos, el músculo interno tiene fibras que van en diferentes direcciones:
- Fibras anteriores desde la fascia iliopectínea hasta el pubis.
- Fibras laterales desde la parte anterior de la cresta ilíaca hasta la línea alba.
- Fibras posteriores desde la parte posterior de la cresta ilíaca y la fascia lumbodorsal hasta las costillas inferiores.
Cuando un lado del oblicuo interno se contrae, ayuda a la flexión y rotación hacia ese lado. Cuando ambos se contraen, ayudan a la flexión del tronco y a la espiración forzada.
Transverso abdominal
Aunque no es un músculo oblicuo, el transverso abdominal desempeña un importante papel de soporte. Es otra lámina muscular emparejada que se encuentra debajo del oblicuo interno; el transverso del abdomen tiene fibras horizontales.
Este músculo se inserta desde la séptima hasta la duodécima costilla, la fascia lumbodorsal, la parte anterior de la cresta ilíaca y la fascia iliopectínea.
Se inserta en la línea alba, la aponeurosis del oblicuo interno, la cresta púbica y la línea pectínea. Son orígenes e inserciones que coinciden con los de los oblicuos abdominales internos y externos.
El transverso abdominal se contrae a ambos lados para sostener los órganos internos y proporcionar fuerzas adicionales de espiración. Cuando se contrae en un lado, ayuda a la rotación del tronco hacia el lado ipsilateral (el mismo).
Tensión del músculo oblicuo
La tensión del músculo oblicuo suele producirse en el lado opuesto a la dirección del movimiento. Por ejemplo, si se gira el tronco rápidamente hacia la derecha, es más probable que se produzca una distensión de los oblicuos izquierdos.
Las lesiones oblicuas abdominales o las distensiones laterales se asocian a deportes que implican la rotación del tronco. Un swing especialmente entusiasta del palo de golf, la raqueta de tenis o el bate de béisbol puede causar una lesión por distensión en los músculos de la pared abdominal anterolateral.
Los síntomas son un dolor repentino y agudo en el lado contralateral cerca de las costillas inferiores. El tratamiento del dolor del músculo oblicuo incluye terapia de calor y frío alternados, medicación analgésica, ejercicio suave y compresión.
El espasmo del músculo oblicuo provoca un dolor importante y disnea. Los espasmos suelen estar asociados a lesiones deportivas, pero también pueden estar causados por lesiones nerviosas.
Ejercicios para los músculos oblicuos
Para realizar correctamente los ejercicios para los músculos oblicuos, es necesario entender cómo funcionan estos músculos. Como hemos aprendido, el principal rango de movimiento de los oblicuos es la flexión y la rotación.
El mejor ejercicio para los músculos oblicuos es el crunch en bicicleta. En este ejercicio, la persona se tumba en el suelo, coloca ambas manos detrás de la cabeza, dobla las rodillas y lleva un codo hacia la rodilla contraria, como se ve a continuación.
Quienes hayan realizado este ejercicio sin calentar primero los músculos pueden encontrarse con una lesión en los oblicuos. Cuando se realiza correctamente, este ejercicio reduce el riesgo de hernias abdominales adquiridas, al igual que la pérdida de grasa abdominal.
La obesidad estira la fascia abdominal y la debilita; las dietas yo-yo están especialmente asociadas a las hernias ventrales. Los médicos pueden comprobar si hay hernias ventrales ocultas pidiendo a su paciente que realice la maniobra de Valsalva, que aumenta la presión intraabdominal y fuerza los tejidos blandos internos a través de cualquier punto débil del músculo oblicuo.
