¿Existe la fórmula del amor duradero?
La fórmula para la primera cita perfecta, pues es fácil; Cena a la luz de las velas + besos = una llamada de vuelta.
¿La relación perfecta? Tiempo + comunicación x atracción mutua – carga emocional = intimidad.
Pene + pulso = One night stand. Las relaciones parecen sencillas cuando las pones así.
Y, sin embargo, todos hemos tenido esos romances en los que las sumas parecen cuadrar, en los que se marcaron las casillas correctas y las puntuaciones estaban igualadas… pero, de alguna manera, no se suma al amor.
El amor es frustrante, esquivo, intangible. Comienza en ese punto dulce entre la intimidad y la excitación que es imposible de fabricar y agotador de mantener. ¿Pueden los algoritmos de las páginas web de citas o las probabilidades de tropezar con la pareja perfecta en el bar local predecir dónde, cuándo y durante cuánto tiempo atacará cupido? Una investigación encargada por MSN ha revelado una nueva ecuación del amor que determina los ingredientes clave para una relación exitosa y duradera, en la que factores como el buen sentido del humor son tan importantes como el número de parejas sexuales anteriores de una persona.
Según los 2.000 hombres y mujeres encuestados, el 25 por ciento tanto de hombres como de mujeres cree que su pareja debería haber tenido cuatro parejas sexuales antes que ellos (y uno de cada cinco hombres se aferra a la creencia tradicional de que debería ser la «primera» de su mujer ideal).
La encuesta también reveló que los hombres priorizan la apariencia sobre la inteligencia y son dos veces más propensos que las mujeres a creer que el buen sexo es importante para una relación feliz y duradera.
La mayor sorpresa para mí fue que el rasgo número uno que aparentemente todos buscamos es el ingenio. Así que no es el atractivo sexual, sino las bromas chispeantes lo que te hará triunfar con el sexo opuesto.
¿Funciona realmente? Decidí poner a prueba la hipótesis a través de medios extremadamente científicos (en otras palabras, transmitiendo al mundo, a través de Twitter, que estoy soltero y listo para mezclarme de una manera matemáticamente aprobada). Apliqué la fórmula a varios amigos y voluntarios desprevenidos en el transcurso de una tarde, y finalmente encontré a un hombre con el que aparentemente el amor duraría 12,9 años.
El único problema es… que no me gusta. Y a pesar de los 12,9 años felices que podría ofrecerle, a él tampoco le apetece mucho intentarlo. Así es la ciencia. De vuelta a la mesa de dibujo.
La fórmula explicada:
L = 8 + .5Y – .2P + .9Hm + .3Mf + J – .3G – .5(Sm – Sf)2 + I + 1.5C
L: La duración prevista en años de la relación
Y: El número de años que las dos personas se conocían antes de que la relación fuera seria
P: El número de parejas anteriores de ambas personas sumadas
Hm: La importancia que la pareja masculina concede a la honestidad en la relación
Mf : La importancia que la mujer concede al dinero en la relación
J: La importancia que ambos conceden al humor (sumados)
G: La importancia que ambos conceden a la buena apariencia (sumada)
Sm y Sf = La importancia que el hombre y la mujer conceden al sexo
I = La importancia que se concede a tener una buena familia política (sumada)
C= La importancia que se concede a los hijos en la relación (sumada)
Nota: Todas las medidas de «importancia» se pueden escalar de 1 a 5, donde 1 no es nada importante y 5 es muy importante.
Los resultados de la investigación para las parejas del mismo sexo difieren ligeramente de los de las parejas heterosexuales, por lo que la fórmula cambia ligeramente a la luz de esto a L = 8 + .5Y – .2P + 2J – .3G – .5(S1 – S2)2 – I + 1.5C (donde S1 y S2 son las valoraciones de los dos miembros de la pareja para la importancia del sexo).