Una mujer de 63 años acude al servicio de urgencias con una historia de 3 días de dolor abdominal, náuseas y estreñimiento. El dolor se localiza en el cuadrante inferior izquierdo y es agudo, constante y no radiante. No ha tenido deposiciones ni flatos durante 4 días y no tiene antecedentes recientes de diarrea, escalofríos, vómitos o pérdida de peso.

Un episodio similar ocurrió 2 años antes. Los resultados de la colonoscopia en ese momento fueron normales. La paciente tiene enfermedad de Crohn e hipotiroidismo. Sus antecedentes incluyen una histerectomía abdominal total y una operación de espalda. Está tomando levotiroxina.

La temperatura de la paciente es de 38,3°C (101°F). Los signos vitales son estables. El abdomen no está distendido, con ruidos intestinales activos en todos los cuadrantes. El cuadrante inferior izquierdo está sensible, pero no se observan guardias, rebotes o masas. El examen rectal digital revela heces marrones que son negativas para sangre.

El recuento de glóbulos blancos es de 24.000/µl (normal, 5000 a 10.000/µl), con 89% de neutrófilos. Los niveles de electrolitos séricos y los resultados de las pruebas de función renal y hepática y una prueba de coagulación son normales.

Las radiografías de abdomen revelan un patrón de gas intestinal inespecífico con niveles de aire-líquido dispersos y flebolitos en la pelvis inferior. Una tomografía computarizada del abdomen y la pelvis demuestra una masa de tejido blando con un área de grasa colocada excéntricamente (varamiento) en el colon descendente (Figura 1). Las imágenes de un enema de Gastrografin indican una posible intususcepción en el colon sigmoide. La sigmoidoscopia flexible revela una lesión que obstruye el lumen en la flexura esplénica (Figura 2).

La historia, los resultados de laboratorio y los hallazgos radiográficos sugieren una intususcepción. Dado que la intususcepción puede provocar isquemia, perforación y peritonitis, requiere cirugía inmediata. La reducción de la intususcepción puede intentarse con un enema de aire, agua o Gastrografin en los niños. Sin embargo, este método puede provocar una perforación intestinal en pacientes mayores y no se recomienda en adultos.

Se opta por la resección quirúrgica en bloque debido a la lesión observada en la TC y la sigmoidoscopia flexible. La laparotomía exploratoria identifica una masa dura en el colon sigmoide sin evidencia de estenosis o invaginación. La evaluación patológica de la sección resecada revela un fecaloma y ninguna evidencia de malignidad (Figura 3). La paciente es dada de alta unos 5 días después de la intervención. En el seguimiento realizado 6 meses después, está completamente asintomática.

FECALOMA: UNA VISIÓN GENERAL

En un paciente que tiene un fecaloma, la acumulación de heces aumenta de volumen y densidad hasta parecerse a un tumor abdominal. Por lo general, los fecalomas se localizan en la región rectosigmoidea y son radiopacos, con capas concéntricas de calcificación.1 Las personas ancianas y debilitadas que padecen estreñimiento crónico suelen verse afectadas.2 Cualquier afección o medicación que contribuya a la impactación fecal puede conducir al desarrollo de un fecaloma. Como en el caso de este paciente, un fecaloma puede causar síntomas inespecíficos y puede confundirse con otro proceso patológico, como la invaginación intestinal, la obstrucción intestinal mecánica, la enfermedad ulcerosa y la oclusión vascular.

Los pacientes pueden quejarse de dolor abdominal, anorexia, náuseas, vómitos e incontinencia. En la exploración, puede observarse una masa palpable de heces, sensibilidad abdominal o distensión.

Las radiografías abdominales planas suelen revelar materia fecal en un colon dilatado. A menudo, se requiere un enema de contraste para definir la naturaleza de la obstrucción.3 Una tomografía computarizada y una colonoscopia también pueden ayudar en el diagnóstico.

Las complicaciones de un fecaloma incluyen la obstrucción intestinal, la diarrea espuria, la ulceración estercoral, la perforación espontánea del colon, la obstrucción del tracto urinario y la hidronefrosis.4

La mayoría de las impactaciones fecales se evacuan con éxito mediante métodos conservadores, como enemas, laxantes y evacuación digital. La cirugía puede ser necesaria para eliminar un fecaloma cuando las medidas conservadoras han fracasado. Con frecuencia son adecuadas las resecciones limitadas; pueden ser necesarias resecciones más extensas cuando hay una inercia colónica total.5 Una intervención oportuna puede proporcionar un diagnóstico definitivo y prevenir complicaciones graves, como la perforación estercorácea.1

Rajagopal A, Martin J. Giant fecaloma with idiopathic sigmoid megacolon: report of a case and review of the literature.

Dis Colon Rectum.

2002;45: 833-835.

Fagelman D, Warhit JM, Reiter JD, Geiss AC. Diagnóstico por TC del fecaloma.

J Comput Assist Tomogr.

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