New Look, estrategia militar estadounidense desarrollada por la administración del presidente Dwight D. Eisenhower y articulada en un documento del Consejo de Seguridad Nacional de 1953. La política se centraba en el uso de armas nucleares y pretendía ser una forma de que Estados Unidos cumpliera con sus obligaciones militares de la Guerra Fría sin poner demasiada presión en la economía del país.
La estrategia de la Nueva Mirada disminuyó los gastos para el ejército y la marina en favor de un aumento de los gastos para la fuerza aérea y para el armamento nuclear. La política, que se basaba en gran medida en la capacidad de bombardeo estratégico, dependía de la amenaza asimétrica para responder a las provocaciones de la Unión Soviética con represalias masivas. También establecía que la naturaleza, el lugar y el momento de dicha respuesta serían elegidos por Estados Unidos. Se pensaba que esta estrategia evitaría la necesidad de estar preparados para librar numerosos tipos de guerras en diferentes partes del mundo.
Además, la política del New Look se centraba en reforzar los lazos con los aliados de Estados Unidos y en cortejar a los países no alineados. También preveía operaciones encubiertas llevadas a cabo por la Agencia Central de Inteligencia para socavar el control soviético sobre los países de su órbita.
Las crecientes cantidades de dinero dedicadas a la fuerza aérea a expensas de otras ramas provocaron fricciones dentro del ejército. Los críticos se quejaron de que la aplicación de la estrategia del New Look estaba provocando la erosión de las capacidades convencionales. También se cuestionó su eficacia, ya que no logró disuadir a la Unión Soviética de aplastar la Revolución Húngara en 1956 y no pudo detener el ascenso de gobiernos de inspiración comunista en los países en desarrollo. Al comienzo de la presidencia de John F. Kennedy (1961-63), la política del New Look fue sustituida por la estrategia de Respuesta Flexible.