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Ene 12, 2022

Estimado editor,

Aquí, informamos del caso de un varón de 46 años que se presentó con una historia de tres años de dolor en la rodilla derecha. Afirmaba que no había sufrido ningún traumatismo ni torsión, que no se había sometido a ninguna intervención quirúrgica y que no practicaba ningún deporte. En la exploración física, dio positivo para una rotura de menisco. La resonancia magnética (RM) reveló una cámera gigante; rotura compleja del cuerpo y del cuerno anterior del menisco lateral; y lesiones condrales en el compartimento femorotibial lateral (Figura 1).

Resonancia magnética sin contraste. Secuencia de presaturación espectral con recuperación de inversión (SPIR) ponderada en T2 (A) y secuencia de densidad de protones (PD) (B), ambas adquiridas en el plano sagital, que muestran una masa osificada avoluminosa, de 2,2 × 1,7 × 1,5 cm (flechas), en el tendón poplíteo. Secuencia sagital PD-SPIR(C) y secuencia axial SPIR ponderada en T2 (D)que muestra una masa osificada voluminosa en el tendón poplíteo (flechas).

Los huesos sesamoideos son huesecillos accesorios situados en los tendones y los músculos; su función es facilitar el movimiento fisiológico del tendón, aunque pueden, en algunos casos, causar enfermedad(1). La mayoría de los huesos sesamoideos se encuentran en las extremidades inferiores(2). Embriológicamente, los huesos sesamoideos suelen ser más comunes en el feto; con el crecimiento del esqueleto y la maduración del hueso, muchos huesos sesamoideos se fusionan(2,3). En los seres humanos, el hueso sesamoideo más grande es la rótula(2).

El tendón poplíteo suele originarse en el cóndilo femoral lateral, y su músculo se inserta en la superficie posterior de la tibia por encima de la línea soleal(4). El hueso sesamoideo que puede existir en el tendón del músculo poplíteo se conoce como cyamella, fabella poplítea, fabelladistalis o sesamoideum genu inferius laterale(5). A menudo se confunde con la fabela, que se encuentra en la cabeza lateral del músculo gastrocnemio(5).

Aunque la ciamela es común en otros primates, es bastante rara en los humanos y, cuando se produce, puede articularse con el cóndilo lateral de la tibia y estar bastante cerca de la cabeza del peroné(3,4). Sin embargo, no tiene una función bien definida(6). Reside como un huesecillo accesorio en el propio tendón poplíteo o en la intersección entre el tendón y el músculo(6,7); su tamaño puede variar considerablemente(3), y debe distinguirse claramente de los cuerpos libres, las calcificaciones, los osteofitos y la fabela, así como de la osteocondromatosis(3) y la avulsión del tendón poplíteo(7).

El diagnóstico de ciamela puede establecerse mediante diversas modalidades de imagen, como la radiografía, la tomografía computarizada y la resonancia magnética(3).En las resonancias magnéticas ponderadas en T1, T2 y T2*, una ciamela aparece como un huesecillo con baja intensidad de señal a lo largo de sus bordes(6).Una tomografía computarizada puede revelar grasa dentro del huesecillo(6). Debido a la rareza de la cicamela, su caracterización y la exclusión de otros diagnósticos potenciales son de especial relevancia clínica(3).

En pacientes con dolor lateral de rodilla, los médicos deben tener en cuenta la posibilidad de que la cicamela sea la causa del dolor(1).La cicamela no suele tener implicaciones patológicas, aunque se ha descrito un dolor asociado a la cicamela(1). Debido a la rareza del diagnóstico, no hay consenso en cuanto al tratamiento de la cicamela, por lo que debe tratarse caso por caso, teniendo en cuenta los síntomas y los resultados de las imágenes(3).

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