Según las Naciones Unidas, «la pobreza es fundamentalmente una negación de opciones y oportunidades, y una violación de la dignidad humana. Significa la falta de capacidad básica para participar efectivamente en la sociedad. Significa no tener lo suficiente para alimentar y vestir a una familia, no tener una escuela o una clínica a la que acudir, no tener la tierra en la que cultivar los alimentos o un trabajo con el que ganarse la vida, no tener acceso al crédito. Significa inseguridad, impotencia y exclusión de individuos, hogares y comunidades. Significa susceptibilidad a la violencia, y a menudo implica vivir en entornos marginales o frágiles, sin acceso al agua potable o al saneamiento». (Declaración de la ONU, junio de 1998 -firmada por los jefes de todas las agencias de la ONU)
La pobreza es una cuestión socioeconómica. Los problemas socioeconómicos son factores que influyen negativamente en la actividad económica de los individuos, como la falta de educación, la discriminación cultural y religiosa, la superpoblación, el desempleo y la corrupción. La pobreza es también una variable que determina el estatus socioeconómico de una persona, es decir, la posición de un individuo o grupo dentro de una estructura social jerárquica que depende de una combinación de variables, como la ocupación, la educación, los ingresos, la riqueza y el lugar de residencia.
En Canadá ahora mismo:
- Uno de cada diez niños es pobre.
- La tasa de pobreza infantil de Canadá, del 15 por ciento, es tres veces mayor que la de Suecia, Noruega o Finlandia.
- Cada mes, 770.000 personas en Canadá utilizan los bancos de alimentos. El 40% de los que dependen de los bancos de alimentos son niños.