Querida Juana,

La sudoración se produce debido a las glándulas ecrinas, es decir, las glándulas sudoríparas. Estas glándulas ayudan a mantener el cuerpo fresco ante el exceso de temperatura, ya sea del cuerpo o del entorno. Los bebés, como tales, tienden a sudar más. Esto se debe a múltiples razones. Los bebés tienen más glándulas sudoríparas en la cabeza que en el resto del cuerpo, por lo que parece que sudan más.

El sistema de regulación de la temperatura del cuerpo de un bebé es de adaptación lenta en comparación con el de un adulto, por lo que, en respuesta al exceso de calor o humedad, al cabo de un tiempo un bebé puede sudar mucho.

Además de ropa ligera, cuando hace calor, un bebé también necesita ventiladores y aparatos de aire acondicionado, es decir, dispositivos externos para mantenerse fresco. Muchos padres temen ponerle un ventilador o un aire acondicionado al bebé, por miedo a que tenga frío. Esto no es cierto. Cuando hace mucho calor, los bebés necesitan el mismo tipo de ropa y ambiente que un adulto. De lo contrario, puede sudar mucho.

Entre las enfermedades, un bebé puede sudar en exceso debido a una diabetes congénita o a un trastorno de la tiroides. Ciertos trastornos genéticos del metabolismo de los aminoácidos en los bebés pueden provocar un exceso de sudoración como una de las manifestaciones. Las enfermedades hepáticas y/o renales son afecciones graves que pueden causar un exceso de sudoración como una de las manifestaciones de la enfermedad. En este caso, habría otros síntomas predominantes de la enfermedad subyacente, como hinchazón de la cara y el cuerpo, micción escasa, coloración amarilla de los ojos, náuseas o vómitos, etc.

Los tumores de la hipófisis, el hipotálamo y algunos otros tumores cerebrales tienen el exceso de sudoración en los bebés como uno de los síntomas. Cualquiera de estas enfermedades puede ser diagnosticada mediante las investigaciones pertinentes. La mayoría de ellas son tratables. Cualquier infección aguda, ya sea bacteriana o vírica, va acompañada de fiebre. La fiebre, en cualquiera de sus formas, hace que el cuerpo se caliente y provoque sudoración al bajar. La sudoración reciente en un bebé debe alertar sobre la posibilidad de una fiebre aguda y debe ser investigada y tratada adecuadamente.

Si el bebé está por lo demás sano, se alimenta bien, juega bien, duerme bien, no está malhumorado ni irritable, está ganando un peso adecuado y crece bien con la edad, no hay nada de qué preocuparse si suda mucho. Sin embargo, si falta alguno de estos signos de buena salud o parece lo contrario, es mejor consultar al pediatra para saber por qué el bebé suda mucho.

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