Hay una gran preocupación por la radiación de los teléfonos móviles y el valor de la tasa de absorción específica (SAR) de los mismos. Para la mayoría de la gente, los valores SAR no significan nada o simplemente no se entiende el propósito y el significado de la medición. Por supuesto, en varios países, como en Estados Unidos o en Europa, los límites de SAR en los dispositivos móviles, como teléfonos o tabletas, están definidos con precisión. ¿Qué es el valor SAR y debemos temer o preocuparnos por él?

¿Qué es el SAR?

Empecemos por lo básico.

Todos sabemos que los teléfonos emiten radiación electromagnética en el rango de la radiofrecuencia (RF-EMF). Como hemos explicado en un post anterior, la frecuencia emitida está entre 850-2100MHz, dependiendo de nuestro dispositivo y/o de la red de nuestro operador. La mayoría de las veces, los teléfonos tienen varios tipos de antenas instaladas, como Bluetooth, WiFi, GPS.

Los teléfonos móviles, utilizan la radiación RF-EMF con el fin de comunicarse con las antenas de telefonía. Las ondas se transmiten en todas las direcciones. Las ondas electromagnéticas que caen sobre los objetos son reflejadas o absorbidas por ellos. Cuando hablamos por teléfono, con nuestro aparato cerca de la oreja, una parte de la radiación emitida es absorbida por el cuerpo. En este caso, si nuestro teléfono está cerca de una de nuestras orejas, entonces parte de la radiación es absorbida por nuestra cabeza. Aquí es donde entra el factor más importante: SAR.

SAR es una medida, mide la cantidad de energía de radiofrecuencia absorbida por el cuerpo humano cuando se utiliza un teléfono móvil. Es la velocidad con la que la radiación emitida por un campo electromagnético de radiofrecuencia (RF) es absorbida por el cuerpo y tiene unidades de vatios por kilogramo (W/kg).

Cuanto más bajo sea el valor SAR, mejor. El SAR suele promediarse en todo el cuerpo o en un pequeño volumen de muestra (normalmente 1g o 10g de tejido). El valor citado es entonces el nivel máximo medido en la parte del cuerpo estudiada sobre el volumen o la masa indicada.

¿Cuáles son las normas y reglamentos?

Todos los teléfonos móviles tienen su SAR medido antes de estar disponibles para su compra. Durante mucho tiempo no hubo normas establecidas para el SAR en toda la industria de la telefonía móvil porque no hubo ninguna acción gubernamental que lo exigiera.

Sin embargo, en los EE.UU., la FCC, Comisión Federal de Comunicaciones, estableció las directrices de seguridad de radiofrecuencia que todos los teléfonos deben cumplir antes de ser vendidos en los EE.UU. (1992). En Europa, «la Recomendación 519/1999/CE del Consejo Europeo para las directrices de exposición ha adoptado las recomendaciones realizadas por la Comisión Internacional sobre Protección contra la Radiación No Ionizante (Directrices ICNIRP 1998)».

Las escalas de SAR varían entre EE.UU., Australia y la UE (en consecuencia, de 1,6 W/kg en 1g de tejido a 2,0 W/kg en 10g de tejido). Estas diferencias son el resultado de métodos de medición del SAR ligeramente diferentes. En ambos casos, los especialistas utilizan un modelo estandarizado o fantasma de la cabeza y el cuerpo humanos para medir los valores de SAR. Las partes del cuerpo fantasma se llenan de líquidos que simulan las características de absorción de radiofrecuencias de los tejidos humanos. Los líquidos dependen de la frecuencia, por lo que un líquido estandarizado para una medición a 1800 MHz será diferente a una medición a 900 MHz.

¿Por qué el SAR es bajo?

Los dispositivos móviles emiten campos electromagnéticos (CEM) que pueden ser perjudiciales para el cuerpo humano. En lo que respecta a la radiación del campo electromagnético y el SAR, se considera principalmente el efecto térmico. Además, también hay efectos no térmicos como la fatiga, los trastornos del sueño, los mareos y la pérdida de atención mental, etc. La longitud de onda en sí no es lo único que debemos tener en cuenta. La intensidad de la señal, el SAR y el tiempo de exposición desempeñan un papel importante a la hora de determinar qué es seguro y qué no.

La mayoría de las compañías telefónicas intentan proteger a sus clientes contra los efectos adversos de la radiación CEM y de los efectos térmicos reduciendo el SAR del dispositivo.

¿Por qué decidimos construir un teléfono con un valor SAR ultrabajo?

Esta es una muy buena pregunta. El valor SAR de un dispositivo móvil influye en el calor que genera el dispositivo. Sin embargo, no le protege de los efectos adversos, no térmicos, en el cuerpo humano. Es muy importante que todos nos preocupemos por el valor SAR de nuestros dispositivos electrónicos. Los estudios demuestran que ciertas personas deben preocuparse más que otras por limitar su exposición a la radiación electromagnética. Los mayores grupos de personas especialmente expuestas a los efectos SAR no térmicos son:

1. Mujeres embarazadas. La tecnología que se ofrece hoy en día, pone transmisores y receptores mucho más fuertes cerca de los usuarios de todas las edades, más que nunca. El aumento de la radiación necesario para ello es el principal motivo de ciertos problemas de salud. Un estudio pionero, realizado en la Universidad de Yale, demostró que la exposición a la radiofrecuencia de los teléfonos móviles en el útero afecta al comportamiento de los ratones adultos. Dos años después de ese estudio, se comprobó que la irradiación con radiaciones electromagnéticas (897 MHz), provocaba una disminución en el número de nacimientos de los animales, cambiando la proporción de sexos hacia el aumento del número de machos. Estos estudios se realizaron en animales.

2. Niños. Todos los niños son más vulnerables que los adultos cuando se trata de la exposición a los CEM, sus cuerpos son inmaduros y sus sistemas nervioso e inmunológico aún están en desarrollo. Se sabe que la radiación de los CEM penetra en el cerebro de los niños mucho más profundamente que en el de los adultos. Estas diferencias se deben al mayor contenido de agua en los tejidos de los niños y al hecho de que sus cráneos son más delgados. Cada año hay más países que prohíben la publicidad dirigida y la venta de teléfonos móviles para niños. La ley más restrictiva se aprobó en Taiwán, donde los padres pueden ser multados por dejar que los niños menores de dos años utilicen dispositivos electrónicos. En muchos países también se han aprobado enmiendas a la ley actual, en las que se establece la necesidad de proteger a los niños de los efectos de las radiaciones electromagnéticas procedentes de las redes WiFi, y la única forma de hacerlo es apagar la conexión inalámbrica a Internet y cambiarla por una cableada. En algunos países también se prohíbe la colocación de antenas de telefonía en las inmediaciones de parques infantiles y guarderías.

3. Personas con marcapasos cardíacos electrónicos implantados. Un marcapasos cardíaco es un dispositivo eléctrico utilizado para estimular eléctricamente el ritmo cardíaco. Se utiliza cuando el marcapasos natural, el nódulo sinusal, deja de cumplir permanentemente su función como consecuencia de diversas enfermedades, lo que provoca síntomas de isquemia cerebral o insuficiencia cardíaca. En pocas palabras, se trata de un pequeño dispositivo electrónico implantado en el cuerpo humano. Al ser electrónico, puede interferir con diferentes dispositivos electrónicos. Hay algunos estudios que demuestran que el riesgo global de acontecimientos adversos clínicamente significativos relacionados con la radiación de los CEM en los receptores de marcapasos cardíacos es muy bajo, pero las fuentes ambientales e industriales de radiación electromagnética son relativamente seguras cuando el tiempo de exposición es limitado y la distancia con los marcapasos cardíacos es máxima. Es muy posible que el uso de teléfonos móviles normales cuyos valores de SAR están dentro del límite superior de admisibilidad pueda interferir con los marcapasos cardíacos implantados.

4. Personas que padecen electrohipersensibilidad. Según los estudios mencionados anteriormente, la exposición a los campos electromagnéticos puede afectar a un cuerpo humano (especialmente al sistema nervioso, causando daños a las células y es calificado como cancerígeno). Hay muchos otros síntomas de la exposición a los CEM, como: cansancio y fatiga, falta de concentración, cambios en la memoria, mareos, inquietud y ansiedad, depresión y síntomas depresivos, alteraciones del sueño, incluyendo insomnio, dolor de cabeza, etc. Todos los síntomas proporcionados se siguen investigando y los científicos aún no saben lo suficiente sobre los efectos en la salud humana.

Continuaremos proporcionándole más y más pruebas científicas de los riesgos que los CEM suponen para la salud humana. Los científicos siguen realizando diversos proyectos de investigación sobre el impacto humano de la exposición a la radiación inalámbrica y los valores de SAR. Esto nos proporcionará un conocimiento más profundo de esta cuestión. Algunos estudios pueden proporcionarnos un punto de vista que implique que la radiación CEM y los valores SAR elevados no son arriesgados, mientras que otros pueden proporcionarnos un punto de vista diferente.

La cuestión es que tenemos muchos estudios que dicen cosas diferentes. Una de las publicaciones en CNET dice: «La investigación es a menudo contradictoria, a veces basada en datos obsoletos, a veces impulsada por grupos de la industria que suavizan las preocupaciones, a veces impulsada por defensores de la salud que parecen demasiado alarmistas y poco razonables.» Esto es 100% cierto. Sin embargo, cuando hay varios ejemplos concluyentes de que las radiaciones electromagnéticas y una alta tasa de absorción específica tienen un efecto negativo en el cuerpo humano, eso es muy importante para nosotros. Refuerza la idea de que el objetivo de crear un teléfono con el SAR más bajo es la elección correcta.

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