El AFSC y el Premio Nobel de la Paz
En 1947, el Comité de Servicio de los Amigos Americanos (AFSC) y el Consejo de Servicio de los Amigos Británicos aceptaron uno de los premios más prestigiosos del mundo -el Premio Nobel de la Paz- en nombre de los cuáqueros de todo el mundo. El premio reconocía 300 años de esfuerzos de los cuáqueros por sanar desavenencias y oponerse a la guerra. En particular, se nombró el trabajo realizado por las dos organizaciones cuáqueras galardonadas durante y después de las dos guerras mundiales para alimentar a los niños hambrientos y ayudar a Europa a reconstruirse.
Sus nominaciones
Como premio Nobel, el AFSC puede proponer cada año un candidato al premio de la paz al Comité de Oslo. Hacemos un amplio sondeo entre los cuáqueros y otras personas para encontrar posibles candidatos. Cada primavera, le invitamos a participar en nuestra búsqueda de candidatos para el premio del año siguiente.
Aprenda cómo hacer su nominación.
Vea las nominaciones anteriores del AFSC.
«Los fundamentos de una paz duradera»
En su discurso de presentación, Gunnar Jahn, presidente del Comité del Nobel, relató ejemplos de la labor de ayuda de los cuáqueros, señalando que lo importante no era el alcance de esta labor, sino el espíritu con el que se realizaba:
«Los cuáqueros nos han demostrado que es posible llevar a la acción algo que está profundamente arraigado en las mentes de muchos: la simpatía por los demás; el deseo de ayudar a otros… sin tener en cuenta la nacionalidad o la raza; sentimientos que, cuando se llevan a los hechos, deben proporcionar los cimientos de una paz duradera. Por esta razón, hoy son dignos de recibir el Premio Nobel de la Paz»
Lea el discurso completo.
El papel de la «gente común»
Henry Cadbury, que entonces era presidente de la junta directiva del AFSC, aceptó el premio en nombre de la organización.
En su discurso de aceptación, Cadbury destacó el papel del individuo común: «Estáis diciendo… hoy aquí que la gente común -no los estadistas, ni los generales, ni los grandes hombres de negocios, sino simples hombres y mujeres como los pocos miles de cuáqueros y sus amigos- si se dedican a insistir decididamente en la buena voluntad en lugar de la fuerza… pueden hacer algo para construir un mundo mejor y pacífico».
Mejorar las relaciones entre la Unión Soviética y Estados Unidos
El dinero del premio, algo más de 40.000 dólares, fue compartido a partes iguales por el AFSC y el British Friends Service Council. Clarence Pickett, entonces secretario ejecutivo del AFSC, anunció que el AFSC invertiría su parte del dinero del premio en la mejora de las relaciones soviético-estadounidenses. El dinero se utilizó para hacer una película y publicar propuestas cuáqueras para la paz entre la Unión Soviética y los Estados Unidos.