Presión arterial

Nov 21, 2021

La presión arterial es una medida de la fuerza que ejerce la sangre sobre la pared arterial durante la fase de contracción o bombeo del corazón (conocida como sístole) y la fase de relajación (conocida como diástole). La presión sistólica es el mayor de los dos valores. La presión arterial está relacionada con la circulación de la sangre a través de las arterias y la resistencia arterial al flujo sanguíneo.

La presión suele medirse de forma no invasiva con un esfigmomanómetro. Para ello, se infla un manguito alrededor de la parte superior del brazo hasta una presión superior a la arterial con el fin de detener el flujo sanguíneo a través de la arteria braquial del brazo. Cuando se libera lentamente la presión del manguito, la sangre empieza a fluir de nuevo por la arteria y se asocia a un sonido de golpeteo. Al escuchar a través de un estetoscopio, el primer sonido de golpeteo de la sangre que fluye por la arteria se registra como presión sistólica. Una vez que el flujo se restablece por completo, los ruidos de golpeo desaparecen y al final los ruidos de amortiguación se registran como presión diastólica.

Las lecturas de la presión se presentan como sistólica/diastólica y los valores de hasta 120/80 mmHg (milímetros de Mercurio) se consideran normales. Las lecturas de 120/80 a 139/89 se consideran pre-hipertensas, y las lecturas de 140/90 y superiores se consideran hipertensas. El diagnóstico de hipertensión no se basa en una lectura elevada aislada. Se realiza cuando dos lecturas separadas e independientes arrojan valores ≥140/90. Hasta el momento, no existen «límites inferiores» definidos de la presión arterial.

Sistólica

Diastólica

Saludable

<120

<80

Pre-hypertensive

120-139

80-89

Hipertensos

140>

90>

¿Qué factores afectan a la presión arterial?

La presión sistólica se ve afectada por una serie de factores. Factores como la ansiedad, el consumo de cafeína y la realización de ejercicios de resistencia y cardiovasculares, provocan aumentos inmediatos y temporales de la presión sistólica. Durante el ejercicio cardiovascular, por ejemplo, la presión sistólica puede aumentar hasta valores cercanos y superiores a 200 con mayores niveles de esfuerzo. La presión diastólica, en cambio, es un valor relativamente estable durante el ejercicio y la actividad diaria. No fluctúa significativamente a lo largo del día ni en respuesta a influencias externas. Durante el ejercicio cardiovascular, este valor puede incluso disminuir. Entre los factores a largo plazo que pueden conducir a la hipertensión se encuentran el tabaquismo, el endurecimiento de las arterias (llamado Arteriosclerosis), el exceso de peso corporal, la ingesta de grandes cantidades de sal, la toma de ciertos medicamentos y la exposición al estrés crónico.

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