La demencia de mi madre comenzó de forma muy repentina pocos meses después de cumplir los 65 años. Normalmente la veíamos una vez a la semana, a veces cada dos semanas. Era completamente independiente, normal y funcional (o eso creíamos). Conducía, tenía una vida social activa, gestionaba sus propias finanzas, vivía sola como cualquier otra mujer de 65 años.
Una noche del pasado mes de mayo recibimos una llamada de su amiga diciendo que no se había presentado a la noche de juegos y que no había contestado al teléfono en todo el día. Hicimos que el encargado del apartamento abriera la puerta y su amiga la encontró desmayada en la cama. Había ensuciado el colchón varias veces y tardó unos 20 minutos en incorporarse. Para entonces ya habíamos llegado y la habíamos llevado a urgencias. No recordaba nada de los últimos días, no sabía su nombre ni su edad, pero sí nos conocía a mi marido y a mí. Estaba muy confundida y no paraba de preguntar dónde estaba. Le hicieron todas las pruebas disponibles, TAC, resonancia magnética, electroencefalograma y todas resultaron normales. Estuvo en el hospital durante 8 horribles días. Tuvo alucinaciones, lloros, repitiendo palabras al azar durante todo el día, mirando al espacio durante dos días, y en un momento dado empezó a llorar y a gritar y a hablar en español. No sabe nada de español. El día 8 tuvo un ataque masivo y fue trasladada a la UCI. A la mañana siguiente, cuando se despertó, estaba completamente normal. La dieron de alta dos días después.
La llevamos a nuestra casa para que se recuperara. No fue hasta la mañana siguiente a su llegada a casa cuando nos dimos cuenta de que no estaba bien. Ella no podía recordar nada del último año. Al igual que lo que dijiste con tu madre. Juraba que los niños parecían diferentes (mayores) y que su pelo tenía un aspecto diferente al que ella recordaba. También tenía problemas con la memoria a corto plazo. Sólo podía recordar información nueva durante unos días y luego desaparecía. La llevamos a un seguimiento con el neurólogo unos 20 días después y le hicieron un examen MME. Pasó el examen con éxito. Parecía perfectamente normal para todos los demás, pero en las siguientes semanas nos dimos cuenta de pequeñas cosas que nadie sabría si no hablara con ella todos los días. No tenía ningún concepto del tiempo. Decía que algo había sucedido ayer cuando en realidad había sido hace un mes. Pasaba largos periodos sin ducharse, no pagaba las facturas a tiempo, gastaba dinero que no tenía. Cada vez estaba peor.
Seguimos llevándola al Neuro hasta que la enviaron a una prueba de Neuro Phych, fueron dos, 2 horas de prueba en dos días diferentes donde compararon sus respuestas. Ya han pasado 8 meses y finalmente tenemos un diagnóstico de demencia vascular. El médico dijo que probablemente se estaba «gestando» desde hace mucho tiempo y que algo lo desencadenó. A los pocos meses descubrimos que había ido a dos médicos diferentes y a cuatro farmacias. Estaba tomando tres o cuatro veces la dosis normal de unos 9 medicamentos diferentes y, además, es diabética de tipo 2 y, al parecer, había olvidado cómo calcular sus dosis de insulina. En los meses que precedieron a su colapso, había utilizado 4 veces su cantidad normal de insulina. También tomaba dosis muy altas de Xanax, Vicodin y dos relajantes musculares diferentes.
Cuando profundizamos en su vida y sus finanzas descubrimos que había gastado más de 4.000 dólares en QVC y HSN durante los últimos doce meses. Sus amigos también nos hablaron de cosas en las que parecía perderse y confundirse e incluso se había caído algunas veces y les hizo jurar que no se lo dirían a su familia!
¡La veíamos casi todas las semanas y nunca tuvimos una pista! Se había convertido en una maestra en ocultar sus problemas de memoria y su confusión. Ahora su memoria a corto plazo sólo dura 30 minutos más o menos, y luego vuelve a hacer la misma pregunta o a contar la misma historia. No puede recordar que está enferma. Así que está enfadada y muy confundida sobre por qué tiene un asistente de salud en casa. Ha empeorado muy rápidamente.
Supongo que el objetivo de este post tan largo 🙂 era compartir nuestra experiencia contigo para mostrar que es muy posible que tu madre haya tenido problemas durante mucho tiempo y que haya llegado a un punto en el que ya no puede ocultarlo. Sigue investigando y presiona a los médicos. Ellos no la conocen como tú ni se preocupan como tú. Tienes que obligarles a encontrar la respuesta.
Sé que esto es extremadamente difícil de tratar a su corta edad. ¡Espero por ti y por tu madre que sea algo reversible pero si no es así has encontrado un buen lugar de apoyo! Te deseo lo mejor!