Las cigarras oyen con la parte inferior del abdomen, los grillos con las patas delanteras… y las ranas tampoco tienen oídos, o al menos no tienen estructuras auditivas externas. Sin embargo, pueden croar y oír los sonidos que emiten otros de su especie. Estas criaturas utilizan su boca como cámara de resonancia, amplificando así los sonidos, como han podido demostrar los investigadores mediante imágenes especiales de rayos X. Esto funciona gracias al tejido inusualmente fino que separa la cavidad bucal y el oído interno, que facilita la dirección de los sonidos al oído interno a través de los huesecillos auditivos. «Al igual que en los humanos, las ondas sonoras entrantes hacen vibrar el tímpano y son transformadas en señales eléctricas por las células ciliadas del oído interno», explica el experto residente de Sonova en investigación audiológica y Vicepresidente Senior de Ciencia &Tecnología, Stefan Launer.
Pero las ranas no hacen más que lo mínimo, ya que no pueden oír nada aparte de los ruidos que hacen otras ranas y sus depredadores. Las glándulas auditivas de las ranas sólo son sensibles a las frecuencias de los sonidos que necesitan oír para sobrevivir, y sus cerebros sólo reaccionan a ciertos patrones acústicos. Todos los ruidos irrelevantes son ignorados. Para las ranas hembra, por ejemplo, el sonido más importante es la llamada de apareamiento de un macho, y sus oídos están tan afinados que pueden distinguirla de todo un coro de ranas. La rana grillo, que se encuentra en Nueva Jersey, croa a una frecuencia de 3.500 Hz, mientras que sus primos de Dakota del Sur intentan atraer a las hembras a una frecuencia de 2.900 Hz. Como una rana de Jersey simplemente no oiría las llamadas de apareamiento de Dakota, estaría condenada a una vida de soltería, al igual que sus parientes de Dakota, si alguna vez se encontraran en Atlantic City.
Los desarrolladores de Sonova también se han interesado por estas capacidades de filtrado; la audición binaural -es decir, con ambos oídos- tiene muchas ventajas, al menos para los humanos, como explica Launer: «Se pueden encender los dos oídos a la vez y filtrar una señal de forma más eficaz, por ejemplo, o aprovechar la señal que sea mejor, como la del oído que está en ángulo hacia el sonido»
Los investigadores esperan simular las capacidades de las ranas mediante los llamados algoritmos binaurales, es decir, métodos de cálculo matemático. «Se ha integrado una amplia gama de algoritmos binaurales en nuestra nueva plataforma de productos Phonak Marvel», señala Launer. La audición de las ranas fue uno de los primeros sistemas de modelado utilizados para investigar la audición binaural. «Combinado con los estudios sobre la percepción binaural en humanos, lo utilizamos para desarrollar la tecnología de flujo de voz binaural de Sonova, que ahora se utiliza en muchos productos», añade. Al igual que las ranas desconectan los sonidos que no les son útiles, los audífonos modernos, como los producidos por Phonak, la marca de Sonova, pueden potenciar la audición binaural en las personas con pérdida auditiva.
Estos audífonos pueden ayudar en situaciones en las que sus usuarios se enfrentan a diversos ruidos que resultan abrumadores: con estos dispositivos, pueden oír bien en grupos grandes cuando hay ruido de fondo, o si el interlocutor no se dirige a ellos cara a cara (en un viaje en coche, por ejemplo), cuando las interferencias reducen la calidad de una llamada telefónica, o cuando el ruido del viento dificulta la conversación.