Su médico de atención primaria o pediatra suele remitir un caso de RPL a un otorrinolaringólogo-cirujano de cabeza y cuello para su evaluación, diagnóstico y tratamiento.

¿Cómo se diagnostican y tratan la ERGE y la RPL?

La ERGE y la RPL pueden diagnosticarse o evaluarse mediante una exploración física y la respuesta del paciente a una prueba de tratamiento con medicamentos. Otras pruebas que pueden ser necesarias son un examen endoscópico (un tubo largo con una cámara que se introduce en la nariz, la garganta, la tráquea o el esófago), una biopsia, una radiografía, un examen del esófago, una sonda de pH de 24 horas con o sin prueba de impedancia, una prueba de motilidad esofágica (manometría) y estudios de vaciado del estómago. El examen endoscópico, la biopsia y la radiografía pueden realizarse de forma ambulatoria o en un entorno hospitalario. Los exámenes endoscópicos pueden realizarse a menudo en la consulta de su ORL, o pueden requerir algún tipo de sedación y ocasionalmente anestesia.
La mayoría de las personas con ERGE o RPL responden favorablemente a una combinación de cambios en el estilo de vida y medicación. Entre los medicamentos que pueden recetarse se encuentran los antiácidos, los antagonistas de la histamina, los inhibidores de la bomba de protones, los fármacos que favorecen la motilidad y los medicamentos de barrera de espuma. Algunos de estos productos pueden adquirirse ahora sin receta médica.
Los niños y adultos que no superan el tratamiento médico o presentan anomalías anatómicas pueden requerir una intervención quirúrgica. Dicho tratamiento incluye la fundoplicación, un procedimiento en el que se envuelve una parte del estómago alrededor de la parte inferior del esófago para tensar el EEI, y la endoscopia, en la que se utilizan puntos de sutura a mano o un láser para tensar el EEI.

Cambios en el estilo de vida de los adultos para prevenir la ERGE y la RPL

• Evitar comer y beber dentro de las dos o tres horas anteriores a la hora de acostarse
• No beber alcohol
• Comer comidas pequeñas y lentamente
• Limitar los alimentos problemáticos:
  • Café
  • Bebidas con gas
  • Chocolate
  • Menta
  • Tomate
  • Cítricos frutas
  • Alimentos grasos y fritos
• Perder peso
• Dejar de fumar
• Usar ropa holgada

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