Introducción: Presentamos 3 casos de un mismo desequilibrio electrolítico grave que se presenta con síntomas neurológicos agudos.
Descripciones de casos: El caso A, una señora de 48 años con síndrome de CREST grave, se presentó con vómitos y diarrea prolongados. Las investigaciones iniciales mostraron: Sodio 141 mmol/l, Potasio 3,2 mmol/l, Creatinina 53 mmol/l, Glucosa 4,3 mmol/l, Hemoglobina 13,9 g/dl, Albúmina 38 g/l. A los 2 días de su ingreso presentó convulsiones. El caso B, una residente de 75 años con enfermedad de Addison que fue admitida con una crisis de Addison precipitada por una infección, con una fragilidad creciente durante su estancia de 3 semanas en el hospital, se volvió agudamente confusa, somnolienta y desarrolló una convulsión con parada respiratoria temporal. Análisis de base: Sodio 143 mmol/l, Potasio 3,2 mmol/l, Creatinina 124 mmol/l, Glucosa 5,3 mmol/l, Hemoglobina 11 g/dl, Albúmina 30 g/l. El caso C, un hombre de 42 años con hipoparatiroidismo y mala adherencia al alfa-calcidol, ingresó con varias convulsiones autolimitadas. Investigaciones de base: Sodio 140 mmol/l, Potasio 3,3 mmol/l, Creatinina 110 mmol/l, Glucosa 4,8 mmol/l.
En los 3 casos se encontraron niveles bajos de calcio y magnesio.
Caso A: 1,4 mmol/l y 0,2 mmol/l, Caso B: 1,63 mmol/l y 0,28 mmol/l, Caso C: 1,5 mmol/l y 0,25 mmol/l, respectivamente.
Discusión: Resulta interesante que los análisis de sangre basales fueran prácticamente normales, aparte del potasio ligeramente bajo. A pesar de estas pruebas basales tranquilizadoras, los antecedentes de vómitos y diarrea prolongados (A) y la mala nutrición prolongada (B) podrían haber motivado un examen electrolítico completo más temprano. Los antecedentes de mala adherencia a la medicación (C) permitieron diagnosticar rápidamente la hipocalcemia y la hipomagnesemia.
Conclusión: Estos casos demuestran la necesidad de considerar las causas metabólicas en las alteraciones neurológicas agudas. Destacan que los pacientes con estancias hospitalarias prolongadas con una ingesta oral deficiente y los pacientes con una historia prolongada de posible disminución de la absorción gastrointestinal y exceso de pérdidas intestinales, como en la diarrea grave, justifican un cribado completo de electrolitos, incluidos el calcio y el magnesio.