La termoterapia ha sido popular incluso en tiempos prehistóricos. De hecho, muchas personas la prefieren a la crioterapia (terapia de frío) o al uso de analgésicos de venta libre.
La terapia de calor es una opción barata y conveniente hoy en día. Basta con ir a cualquier tienda de productos farmacéuticos y se puede conseguir fácilmente una almohadilla térmica. Sin embargo, con los beneficios vienen los efectos secundarios. ¿Son seguras y eficaces las almohadillas térmicas? Averigüémoslo:
- ¿Qué es la terapia de calor?
- ¿Cómo funcionan las almohadillas térmicas?
- ¿Son seguras las almohadillas térmicas?
- ¿Cuándo aplicar la terapia de calor?
- Para lesiones no inflamatorias
- Para el dolor crónico
- Para los dolores menstruales
- Para el dolor de cuello
- Consejo rápido:
- Cuándo no aplicar la terapia de calor
- No usar para lesiones recientes
- No utilice en exceso
- No utilizar para tensiones musculares
- No utilizar durante el embarazo
- Pensamientos finales
¿Qué es la terapia de calor?
La terapia de calor sirve para relajar los músculos tensos. Los calambres, espasmos y nudos musculares responden excepcionalmente a la terapia de calor. Muestran un gran alivio cuando se lucha contra el dolor crónico o la rigidez muscular.
El calor aumenta la circulación sanguínea en la zona muscular afectada. A medida que la sangre se precipita, trae oxígeno, así como una amplia variedad de productos químicos que pueden ayudar a superar los espasmos dolorosos. Además, esto también mejora la rigidez muscular al promover la movilidad.
La terapia de calor puede ser proporcionada por un número de diferentes métodos. Puede utilizar bolsas calientes para aliviar el dolor, pero esta es la opción menos segura. Las compresas térmicas que pueden calentarse en el microondas o calentarse sumergiéndolas en agua caliente son opciones de calentamiento no eléctricas que podrían utilizarse.
Sin embargo, la opción de terapia de calor más avanzada, moderna y eficaz es el uso de almohadillas térmicas eléctricas. Dicho esto, ¿funcionan realmente?
¿Cómo funcionan las almohadillas térmicas?
Las almohadillas térmicas funcionan como cualquier otro aparato eléctrico dentro de su casa. Generan un campo electromagnético (CEM) para funcionar. Éstas son invisibles para el ojo, pero se generan a partir de los aparatos eléctricos, el cableado eléctrico y los cables de alimentación.
Una vez que se enciende la almohadilla térmica, el CEM genera y disipa calor. El calor atraviesa unos pocos centímetros en sus tejidos, y esto funciona para desencadenar nudos para deshacerse del dolor.
Sin embargo, se cree que estas líneas de fuerza son perjudiciales para la salud. De hecho, se ha demostrado que el uso de secadores de pelo y maquinillas de afeitar eléctricas causa daños en el ADN.
¿Son seguras las almohadillas térmicas?
La seguridad de las almohadillas térmicas depende de varias cosas. Para profundizar en la seguridad de las almohadillas térmicas, dividiremos esta sección en dos. Primero hablaremos de cuándo debe usarlas y luego seguiremos con cuándo no usarlas.
¿Cuándo aplicar la terapia de calor?
Para lesiones no inflamatorias
Anteriormente mencionamos cómo las almohadillas térmicas alivian el dolor muscular, la rigidez y los espasmos. Esto demuestra que las almohadillas térmicas funcionan mejor para las lesiones no inflamatorias.
Las lesiones no inflamatorias se refieren a un dolor agudo. Este podría ser el dolor que se encuentra cuando usted golpea el gimnasio después de tomar un descanso durante bastante tiempo. El dolor sordo de los músculos se alivia rápidamente en cuanto se pone una almohadilla térmica sobre la zona.
El dolor no inflamatorio también puede ser consecuencia de los nudos musculares, más conocidos como «puntos gatillo». Los nudos musculares suelen ser el resultado de un sobreesfuerzo. Cuando se ejerce demasiada tensión sobre un músculo, éste tiende a desarrollar puntos gatillo, que dejan al músculo dolorido.
Para el dolor crónico
También puede utilizar almohadillas térmicas para el alivio temporal del dolor crónico. Esto puede estar relacionado con la osteoartritis cuando se tiene un fuerte dolor en las articulaciones, especialmente en las rodillas. Colocar una almohadilla térmica sobre las rodillas ayuda a superar el dolor. Para obtener los mejores resultados, puede acompañar la termoterapia con ejercicios específicos, según le aconseje su fisioterapeuta.
Para los dolores menstruales
Colocar una almohadilla térmica sobre la parte inferior de la pelvis también puede aliviar los dolores menstruales. Sin embargo, hay que asegurarse de que la almohadilla térmica no esté en contacto directo con el vientre, ya que puede provocar quemaduras en la piel.
Para el dolor de cuello
El uso prolongado de las pantallas, especialmente de las de los ordenadores portátiles y de las computadoras mientras se estudia o se trabaja, puede provocar dolor de cuello. Para superar el dolor agudo en el cuello, puede colocar una almohadilla térmica sobre la zona.
Además, asegúrese de no dejar la almohadilla térmica encendida durante más de 15 minutos. Después de 15 minutos, apáguela y deje que los músculos descansen.
Consejo rápido:
En la mayoría de los casos puede deshacerse de estos problemas mediante la terapia de calor. Sin embargo, es importante añadir siempre otras cosas a su plan de terapia, comenzando con algunos ejercicios que se dirigen específicamente a la zona muscular es esencial.
Además, tomar acetaminofén o cualquier otro medicamento de venta libre para el alivio del dolor es también muy beneficioso. Puede tomar cualquier medicamento según lo prescrito por su médico con una dosis adecuada.
De nuevo, si siente que el dolor persiste y no muestra ninguna mejora incluso después de realizar un curso de terapia planificado, entonces consulte inmediatamente con su médico.
Cuándo no aplicar la terapia de calor
Aunque el uso de almohadillas térmicas tiene muchas ventajas, también hay ciertos inconvenientes. La termoterapia empeora ciertas condiciones médicas.
No usar para lesiones recientes
Nunca debe usar una almohadilla térmica sobre una lesión reciente. ¿Qué es una lesión reciente? Un tejido inflamado que parece estar enrojecido o hinchado y se asocia con dolor.
La piel sobre la zona será sensible al tacto. Por lo tanto, estas cosas indican que su lesión es reciente y no debe ser tratada con calor. La mejor manera de tratar este tipo de lesiones es la terapia de frío.
No utilice en exceso
No utilice almohadillas térmicas en exceso. Podría sobrecalentar la zona y hacer que se altere la regulación de la temperatura de su cuerpo. La exposición de su cuerpo a los CEM durante un período de tiempo más largo también podría causar daños a su cuerpo.
No utilizar para tensiones musculares
Es importante tener en cuenta que las almohadillas térmicas no deben utilizarse directamente sobre la piel. Debe haber una capa de ropa entre la almohadilla térmica y la piel. Puede colocar una toalla, un trozo de tela o cualquier otro material adecuado para evitar las quemaduras por calor y la irritación.
Puede utilizar las almohadillas térmicas para los puntos gatillo, que son nudos musculares, pero no puede utilizarlas para las distensiones musculares. Una distensión muscular es un signo de daño físico, un desgarro en el músculo. Por lo tanto, es importante conocer la diferencia entre ambos.
No utilizar durante el embarazo
Hemos dejado el punto más importante para el final: el embarazo. El uso de almohadillas térmicas para aliviar el dolor no se aconseja durante el embarazo. Esto tiende a elevar la temperatura corporal no sólo de la madre sino también del bebé. Un aumento de la temperatura corporal del bebé altera el crecimiento normal.
Pensamientos finales
¿Son seguras las almohadillas térmicas? Sí y no. Como cualquier otra cosa, las almohadillas térmicas tienen ventajas y desventajas. Por lo tanto, hay que tener más cuidado y tomar medidas de precaución al usarlas, ya que las consecuencias afectarán directamente a su cuerpo.