Diseño del estudio: Revisión retrospectiva.
Propósito: Identificar las tendencias en el uso de estimuladores, emparejar esas tendencias con diversos materiales de injerto y determinar la influencia de los estimuladores en el riesgo de cirugía de revisión.
Resumen de la literatura: Un gran número de estudios ha informado de los efectos beneficiosos de la energía electromagnética en la curación de fracturas de huesos largos. Sin embargo, hay pocos estudios clínicos en relación con el uso de estimuladores eléctricos en la fusión espinal.
Métodos: Se utilizaron los códigos de facturación del seguro para identificar a los pacientes con degeneración discal lumbar que se sometieron a una fusión lumbar anterior (ALIF). Las comparaciones entre los pacientes que recibieron y no recibieron estimuladores eléctricos tras la cirugía se realizaron mediante un análisis de regresión logística, una prueba de chi-cuadrado y un análisis de odds ratio (OR).
Resultados: Aproximadamente el 19% de los pacientes (495/2.613) recibieron estimuladores externos tras la cirugía de ALIF. Hubo un ligero aumento en el uso de estimuladores de 2008 a 2014 (R2 de varios niveles = 0,08, R2 de un solo nivel = 0,05). Los pacientes sometidos a procedimientos multinivel tenían más probabilidades de recibir estimuladores que los pacientes sometidos a procedimientos de un solo nivel (p<0,05; OR, 3,72; intervalo de confianza del 95%, 3,02-4,57). Las opciones de injerto asociadas con el uso más frecuente de estimuladores fueron los aspirados de médula ósea (AMO) más autoinjerto o aloinjerto para los procedimientos de un solo nivel y el aloinjerto solo para los procedimientos de varios niveles. En ambas cohortes, los pacientes tratados con proteínas morfogenéticas óseas fueron los menos propensos a recibir estimuladores eléctricos (p<0,05). Los pacientes que recibieron estimulación tuvieron en general mayores reembolsos. La fusión lumbar posterior (PLF) concurrente (ALIF+PLF) aumentó la probabilidad de recibir estimuladores (p<0,05). Los pacientes que recibieron estimuladores eléctricos tuvieron tasas de revisión similares a los que no recibieron estimulación (p>0,05), excepto los de la cohorte de ALIF+PLF multinivel, en la que los pacientes que se sometieron a estimulación tuvieron mayores tasas de cirugía de revisión.
Conclusiones: Los procedimientos concurrentes de PLF o multinivel aumentaron la probabilidad de los pacientes de recibir estimuladores, sin embargo, la presencia de comorbilidades no lo hizo. Los pacientes que recibieron AMB más autoinjerto o aloinjerto tenían más probabilidades de recibir estimulación. Los pacientes con y sin estimuladores óseos tuvieron tasas similares de cirugía de revisión.