Aunque cualquier cantidad de alcohol puede causar daños al feto, hay dos situaciones que son especialmente peligrosas: las mujeres que se dan atracones de alcohol periódicamente y las que beben de forma continuada durante todo el embarazo (por ejemplo, una copa cada día o varias durante la semana).

Durante el embarazo, el consumo compulsivo de alcohol, definido como la ingesta de cuatro o más bebidas en una sola ocasión (en el caso de las mujeres), puede producir diversos efectos en el feto. Los niveles máximos de alcohol en sangre alcanzados por la madre durante una sola borrachera pueden ser más importantes que la cantidad total de alcohol consumida.

Las borracheras durante el primer trimestre (en un momento en el que muchas mujeres no saben que están embarazadas y cuando el cerebro del feto está empezando a desarrollarse) pueden tener un impacto dramático en el desarrollo del feto. Por ejemplo, las madres que beben más de 5 copas en un solo día antes de saber que están embarazadas tienen un mayor riesgo de que su hijo se retrase de 1 a 3 meses con respecto a sus compañeros en lectura y matemáticas al final del primer grado. Sin embargo, las borracheras durante el estirón cerebral (durante el segundo y tercer trimestre) pueden seguir teniendo un impacto drástico en el feto en desarrollo.

Figura 5.12 Una borrachera para las mujeres se define como 4 tragos de alcohol (una copa de vino, una cerveza o un chupito de licor) en un periodo de dos horas.

Muchas personas piensan que el consumo excesivo de alcohol durante el embarazo es la única causa del FASD y que, por lo tanto, está bien tomar una o dos bebidas de vez en cuando, ¡o incluso una bebida al día! Los estudios han demostrado que beber una copa al día puede provocar una reducción del coeficiente intelectual de hasta 7 puntos o problemas en el rendimiento académico (lectura, ortografía y aritmética). Algunos médicos pueden decir a una mujer que beber de vez en cuando está bien. Por desgracia, la mayoría de la gente (y los médicos también) no se dan cuenta de que beber una o dos copas puede interferir en el desarrollo del feto. Un estudio de investigación ha demostrado que después de 1 ó 2 copas de vino, la respiración del feto se suprime casi por completo, lo que puede ser un signo de sufrimiento fetal.

Figura 5.13 Incluso 1 ó 2 copas de alcohol pueden causar daños en el cerebro del feto.

No se ha demostrado que ninguna cantidad de alcohol sea segura para beber durante el embarazo.

¡Los trastornos del espectro alcohólico fetal son completamente prevenibles! Para prevenir estos defectos de nacimiento, la respuesta es sencilla: una mujer no debe beber alcohol mientras está embarazada o incluso si puede quedarse embarazada porque

  • No hay ninguna cantidad conocida de alcohol que sea segura durante el embarazo.
  • No hay ningún momento conocido durante el embarazo en el que sea seguro beber.
  • Y no hay ninguna bebida que contenga alcohol que sea segura durante el embarazo.

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