George Foreman posa antes de la pelea por el campeonato mundial de los pesos pesados del CMB entre el ucraniano Wladimir Klitschko y el inglés David Haye en el Imtech Arena el 2 de julio de 2011 en Hamburgo, Alemania.

El ex campeón del mundo de los pesos pesados, George Foreman, se alegrará de ver el trasero de 2019, y aún no es Semana Santa.

El 9 de marzo, Freeda Foreman, de 42 años, hija de George, fue encontrada muerta en su casa del área de Houston, según Ebony. La oficina del forense del condado de Harris dictaminó que la muerte fue un suicidio. Freeda Foreman era boxeadora profesional, habiendo seguido a su padre en el negocio familiar.

«Primer domingo en 42 años sin mi Freeda», escribió George Foreman en las redes sociales. «Ahora está con su creador. 10 niños para siempre. Sólo 1 día más que quería».

A Freeda Foreman le sobreviven su marido, tres nietos, sus padres y 11 hermanos, informó TMZ.

Tras esa tragedia, el garaje de la mansión de George Foreman en Houston se incendió, dañando al menos 40 vehículos, según KHOU.

Foreman, de 70 años, que saltó a la fama cuando ganó una medalla de oro olímpica en Ciudad de México en 1968, tenía sus prioridades en orden tras la extinción del incendio.

Para los que lleguen tarde a la leyenda de Foreman, éste se hizo profesional después de las Olimpiadas y se abrió camino en la cadena alimenticia hasta llegar a un combate con el campeón de los pesos pesados Joe Frazier. Temible, sombrío y premonitorio, Foreman fregó el suelo con Smokin’ Joe.

En su tercera defensa del título, fue presa del juego de Muhammad Ali y de la cuerda. Se retiró seis peleas después de eso, sólo para regresar una década más tarde como un recauchutado cuarentón. Lanzó parrillas, besó a los bebés, se hizo el remolón y en 1994 recuperó el título.

Foreman es hijo de Houston, pero reconoce una conexión con el Área de la Bahía. Se entrenó para la pelea de Frazier en Hayward.

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