Todos hemos estado ahí. El momento en el que cruzas los dedos y rezas para que las facturas no reboten. Tal vez te has enfrentado al desempleo y no tienes ni idea de cómo vas a poder pagar el alquiler del mes que viene. O tal vez tenga dos empleos y siga sin poder salir adelante. Los problemas financieros pueden ser extremadamente estresantes y afectan a muchos aspectos diferentes de la vida, tanto física como emocionalmente.
Para tener un mejor control sobre sus finanzas, puede ser aconsejable consultar a un asesor financiero que tenga una mejor idea de cómo gestionar los fondos y qué tipo de opciones son accesibles para su situación específica. Aunque usted crea que lo tiene todo bajo control y no perciba ninguna otra solución viable, obtener una segunda opinión sobre su situación financiera puede suponer una diferencia extrema. Junto con la ayuda profesional, es importante mantener la cordura con asistencia espiritual. Descubrirá que la asistencia de un experto financiero, junto con la oración, le proporcionará la esperanza y la motivación que necesitará para superar casi todo.
La Biblia proporciona a los cristianos una serie de escrituras centradas en el dinero, las finanzas y el dar. Filipenses 4:19 es una de mis escrituras de referencia cuando estoy enfrentando problemas financieros. El versículo dice: «Y mi Dios satisfará todas vuestras necesidades conforme a sus gloriosas riquezas en Cristo Jesús». Es importante, a pesar de las frustraciones que traen las finanzas difíciles, saber que el Señor siempre está a tu lado. Él nunca te dará más de lo que puedas manejar y te proporcionará lo necesario para vivir una vida próspera. Primero, pon tu fe en el Señor y él hará el resto.
«Querido Señor, ayúdame a dejar mis preocupaciones financieras en tus manos. Guíame hacia la paz para que pueda escuchar tu sabiduría. Mantenme consciente de mis bendiciones sin importar lo mucho o poco que tenga. Concédeme la paciencia y la tolerancia necesarias para calmar mi espíritu sabiendo que tú tienes todo bajo control. En el nombre de Jesús, amén».
La paciencia es una virtud que se requiere en muchos elementos de la vida – siendo las finanzas uno de esos elementos principales. De vez en cuando los hijos de Dios se empantanan con la lista interminable de demandas que nuestra vida trae adelante. El Señor entiende tus frustraciones y ve de primera mano la cantidad de trabajo que estás poniendo cada día. Anímate amigo – pide al Señor que te conceda la paciencia necesaria para superar este difícil período financiero. Aunque pueda parecer abrumador, mientras estés en el momento, recuerda que el Señor siempre te proporcionará los recursos que necesites.
Y luego hay momentos en los que sentimos que necesitamos un milagro financiero – el coche se rompe inesperadamente, la muerte en la familia, el calentador de agua explota, o una enfermedad. Para esos momentos una oración que pida al Señor Jesucristo un milagro es exactamente lo que se necesita.
«Oh Señor, tú pusiste las estrellas en el cielo. Creaste una miríada de vida hermosa. Usted nos dio nuestra respiración y el agua para beber.
Tú eres un Señor vivo. Tú eres mi Salvador, en quien confío. Por favor, rescátame de esta crisis financiera, Ven a redimir esta situación. Te pido que tu mano todopoderosa venga a cubrirme.
Dame sabiduría y fuerza para permanecer fuerte a través de esta tormenta. Te pido un milagro por tu amor redentor. Por favor, restabléceme, llévame a un lugar seguro, un lugar seguro, un lugar de equilibrio financiero. En ti confío. Amén».
Jesucristo, que es tu Señor y Salvador, entiende mejor que nadie la espontaneidad en la vida – y además, cómo esos momentos inesperados pueden traer cargas financieras. Si estás pasando por un momento difícil, pide al Señor un milagro a través de la oración. Una oración pidiendo ayuda financiera a Dios puede cambiar definitivamente las cosas y proporcionarle los recursos que necesita para salir del agujero. El mundo está lleno de una cantidad insuperable de soluciones; sin embargo, identificar esas respuestas puede resultar muy desafiante. A través de la oración, pídale al Señor que le dé orientación junto con la paciencia que necesitará para descubrir la solución financiera que necesita desesperadamente. En muchos casos, usted descubrirá una solución que aparentemente ha estado frente a usted todo el tiempo. Además, este momento financiero difícil también podría llevarte a una sabiduría a la que normalmente habrías estado ciego.
Por último, uno de los mensajes espirituales más fuertes viene de Mateo. Estas palabras redefinen el verdadero significado detrás de la necesidad y el deseo. Muchas veces, nosotros como seres humanos, nos obsesionamos con los aspectos materialistas de las cosas. A veces los objetos parecen ser una necesidad, sin embargo, de hecho, estos artículos no son un aspecto vital de la supervivencia.
«Nuestro Señor nos desafió en los Evangelios a no preocuparnos por lo que necesitamos en cuanto a las necesidades de la vida, como la comida y el vestido, sino a «buscar primero el reino de Dios…. y todas estas cosas os serán añadidas» (Mateo 6:33). También nos aconsejó que no nos preocupáramos por el día de mañana, ya que éste se encargaría de sí mismo (Mateo 6:34).»
Mateo 6:33-34 son unas líneas para memorizar y volver a visitar cuando decidas que es necesario pedir una oración de ayuda financiera a Dios. Nuestro Señor se enfrentó a muchos desafíos durante su vida, y a veces no se le presentaron las probabilidades más atractivas. Sin embargo, el Señor hizo que sus recursos funcionaran e hizo todo lo posible para que los que le rodeaban también tuvieran una calidad de vida habitable. Antes de rezar pidiendo ayuda económica, reevalúa tu situación y hazte algunas preguntas muy importantes. ¿Podrás levantarte mañana y sobrevivir sin el dinero que pides? ¿Pasarás hambre si no tienes la ayuda financiera por la que estás orando al Señor? ¿Estará tu familia en un estado de indigencia sin estos fondos? Si tu respuesta es no, entonces descubrirás que la vida no está tan mal como está. Responder a estas preguntas definitivas le ayudará a pintar la realidad que puede estar sesgada en su mente. Sin embargo, si tus respuestas a esas preguntas son afirmativas, entonces encuentra consuelo en saber que el Señor proveerá y escuchará tus oraciones. Recuerda siempre que tu Dios estará siempre a tu lado.