Vaporización, conversión de una sustancia de la fase líquida o sólida a la fase gaseosa (vapor). Si las condiciones permiten la formación de burbujas de vapor dentro de un líquido, el proceso de vaporización se denomina ebullición. La conversión directa de sólido a vapor se denomina sublimación.
Se debe suministrar calor a un sólido o líquido para efectuar la vaporización. Si el entorno no suministra suficiente calor, éste puede provenir del propio sistema como una reducción de la temperatura. Los átomos o moléculas de un líquido o un sólido se mantienen unidos por fuerzas de cohesión, y estas fuerzas deben ser superadas al separar los átomos o moléculas para formar el vapor; el calor de vaporización es una medida directa de estas fuerzas de cohesión.
La condensación de un vapor para formar un líquido o un sólido es la inversa de la vaporización, y en el proceso debe transferirse calor del vapor que se condensa a los alrededores. La cantidad de este calor es característica de la sustancia, y es numéricamente igual al calor de vaporización. Véase también evaporación y sublimación.