Las primeras risas, las primeras palabras y los primeros pasos son hitos emocionantes para los padres y el bebé. Pero, ¿qué ocurre si su bebé no parece alcanzarlos? ¿Son estos posibles signos de advertencia del autismo?
El autismo y los hitos perdidos
El autismo es una discapacidad del desarrollo que suele aparecer antes de los 3 años y puede diagnosticarse en niños de tan solo 18 meses. Los signos del autismo se centran en áreas problemáticas clave, como el retraso o la dificultad en la comunicación, los problemas para jugar e interactuar con los demás y ciertos problemas de comportamiento.
Los padres y cuidadores tienen más probabilidades de detectar los síntomas de advertencia del autismo en los bebés si hacen un seguimiento cuidadoso del desarrollo y los hitos. Por supuesto, ningún niño alcanza todos los hitos del desarrollo exactamente al mismo tiempo. Pero si nota retrasos que coinciden con otros signos de autismo, su hijo debe ser examinado.
Aquí tiene algunos hitos del desarrollo, desglosados por edad, que si no se cumplen podrían ser una señal de preocupación por el autismo:
Alrededor de los 3 o 4 meses, un niño debería ser capaz de sonreír, empezar a jugar, comenzar a hablar con balbuceos de bebé y ser capaz de prestar atención a movimientos y objetos interesantes. Los signos de advertencia del autismo en esta etapa incluyen:
- No se interesa por las manos o los pies – una falta de conciencia de sí mismo
- No sonríe
- No balbucea ni intenta imitar los ruidos que usted hace
- No agarra o sujeta objetos, apoyo deficiente de la cabeza, y dificultad para seguir o concentrarse en los objetos
- No intenta llevarse objetos a la boca
- Una regresión en ciertas habilidades
Alrededor de los 7 meses, el niño debería sentir mucha curiosidad por el mundo que le rodea, utilizando sus manos y su boca para comprobarlo todo. Debería ser juguetón, reírse y responder a tus emociones. En esta etapa, su bebé debería incluso empezar a captar la comunicación verbal, incluyendo el reconocimiento de su nombre y la palabra «no». Los signos de advertencia del autismo en esta etapa incluyen:
- Movimientos que parecen demasiado rígidos o demasiado flojos
- No querer mostrar afecto físico (por ejemplo, si tiene dificultades para conseguir que el bebé se abrace)
- No responder a las emociones, al contacto físico o a los sonidos
- Dificultad para calmar a su bebé
- Retrasos físicos como la incapacidad de darse la vuelta, sostener la cabeza o sentarse con la ayuda de un adulto
- No participar en juegos sencillos
- No balbucear
- Una regresión en ciertas habilidades
Alrededor de los 12 meses, el niño debería empezar a ser un poco más emocional: llorar cuando te vas y actuar un poco incómodo alrededor de la gente que no conoce. Debería ser más consciente de tu presencia (y de la falta de ella), jugar y utilizar palabras y otras formas de comunicación. Los signos de advertencia del autismo en esta etapa incluyen:
- Retrasos físicos como no ponerse de pie con ayuda, no gatear o gatear arrastrando un lado del cuerpo
- No señalar las cosas, como una comida o un juguete que quiere
- Falta de comunicación física o de gestos, incluyendo saludar
- Falta de participación en juegos como esconder juguetes; por ejemplo, no intenta buscar algo que has escondido
- No puede decir palabras sueltas como «papá», «mamá» o «galleta»
- Una regresión en ciertas habilidades
Cuando un niño tiene unos 2 años, debería empezar a disfrutar de la compañía y la interacción con otros niños. Poco a poco, un niño pequeño se volverá más independiente y quizá también un poco más peleón. Deberían empezar a desarrollarse habilidades como la mejora de la comunicación verbal, el reconocimiento de los colores y las formas, y la capacidad de jugar a fingir. Los signos de advertencia del autismo en esta etapa incluyen:
- No hablar en frases (al menos dos palabras a la vez)
- Saber menos de 15 palabras
- Incapacidad para seguir instrucciones básicas
- No imitar las actividades o palabras de los demás
- No saber qué hacer con un cepillo de dientes, un cepillo de pelo, utensilios para comer, o un teléfono de juguete (no puede jugar con ellos ni utilizarlos)
- Retrasos físicos como no caminar a los 18 meses, o caminar sólo de puntillas
- Una regresión en ciertas habilidades
A los 3 años, un niño debería ser capaz de interactuar adecuadamente con otros niños y disfrutar de ello. Debería comprender conceptos básicos de equidad y comportamientos sociales adecuados, como entender el funcionamiento de los juegos, respetar los turnos y reconocer la propiedad de los demás. Sin duda, el niño debería ser ya una pequeña persona independiente, que experimenta muchas emociones diferentes. Debería estar empezando a entender los números y ciertos objetos, y ser capaz de «fingir» y jugar. Los signos de advertencia del autismo en esta etapa incluyen:
- Evitar el contacto visual con los demás
- No interesarse por los juegos de «fantasía» o de simulación
- No querer jugar con los juguetes o incluso con otros niños
- No poder hablar ni siquiera con frases cortas
- Hablar de forma arrastrada o difícil de entender, acompañado de babeo frecuente
- Dificultad para copiar objetos; por ejemplo, ser incapaz de dibujar una forma como un círculo
- No puede trabajar con juguetes u objetos sencillos
- Problemas graves con la separación de los padres o cuidadores
- Una regresión en ciertas habilidades
Autismo: A medida que el niño crece
Las señales de advertencia del autismo pueden ser bastante claras alrededor de los 3 años, pero todavía se pueden ver señales a medida que el niño crece. A los 4 ó 5 años, por ejemplo, debería preocuparse si es extremadamente tímido o retraído, o muy agresivo. No querer jugar con los demás y no tener un juego creativo a solas son otras señales de alarma. El habla es siempre un buen indicador; a los 4 ó 5 años, su hijo debería ser capaz de comunicarse eficazmente y utilizar la persona adecuada (decir «yo» para referirse a sí mismo) y el tiempo verbal.
Los hitos son sólo orientativos; no se preocupe si su hijo se retrasa unas semanas o meses en un par de desarrollos. Su hijo es un individuo único, ¡y eso es lo que le gusta de él! Pero si nota un patrón consistente de retrasos y que su hijo está significativamente atrasado con respecto a otros de su grupo de edad, es una buena idea obtener una evaluación de un médico.