Aunque la pérdida de peso tiene que ver en gran medida con lo que se come y con un cambio en el estilo de vida, también se ha demostrado científicamente que la forma de bañarse es eficaz. En su libro titulado «El cuerpo de 4 horas», Tim Ferriss dice que tomar baños de hielo puede ayudar a quemar calorías más rápidamente.

La clave es tomar tres baños de hielo por semana, dijo. Al parecer, Ferriss carga 6 kilos de hielo en una bañera con agua y luego sumerge su cuerpo en ella, hasta la cintura, durante 10 minutos. El objetivo es forzar al cuerpo a intentar alcanzar su temperatura ideal de 98,6 grados Fahrenheit, de modo que cuando la temperatura baje, quemará calorías en forma de calor sólo para volver a su estado deseado.

Aconsejó, sin embargo, que esto no es algo que deba hacerse de forma instantánea, y que el cuerpo debe introducirse en la experiencia tomando primero duchas frías, para luego pasar a las bolsas de hielo en el cuello, y así sucesivamente.

Otro estudio parece respaldar sus conclusiones. Científicos de la Universidad de Nottingham encontraron pruebas de que las temperaturas frías pueden cambiar el tipo de grasa que nuestro cuerpo produce en algo que se quema más fácilmente. Con el descenso de la temperatura, las células madre supuestamente fabrican grasa marrón en lugar de blanca, que es la que impulsa al cuerpo a quemar las calorías extra.

La grasa marrón también es responsable de acelerar el proceso metabólico y mantener el cuerpo caliente. Al aprovechar el poder de este tipo de grasa, los vigilantes de peso y los atletas son capaces de mantener sus objetivos de fitness, aunque podría no ser tan significativo para ayudar a los que tienen sobrepeso a deshacerse de las libras.

En un artículo de Livestrong, sin embargo, hay un montón de riesgos que vienen con la toma de baños de hielo, por lo que estos deben hacerse bajo estrecha supervisión médica. El efecto inmediato de las temperaturas frías de un baño de hielo puede traer más daño que bien a alguien que no entiende completamente el proceso y se sumerge directamente en él. La hipotermia es uno de los principales riesgos, ya que ralentiza los reflejos, induce la fatiga y provoca debilidad muscular. A medida que la temperatura corporal sigue cayendo en picado, la función del corazón se ve afectada y esto podría provocar un fallo cardíaco.

En general, la forma más segura de perder peso sigue siendo la tradicional. Es decir, comiendo los tipos de alimentos adecuados y haciendo suficiente ejercicio y descanso. Bajar la temperatura de su cuerpo podría ofrecer una ventaja de pérdida de peso, pero los resultados no son lo suficientemente significativos como para arriesgarse por su cuenta. Si quiere seguir esta vía, asegúrese de tener cerca a un experto médico.

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