Si alguna vez ha tenido varicela o se ha vacunado contra ella, corre el riesgo de contraer herpes zóster, una erupción dolorosa y con ampollas. Esto se debe a que, una vez que la varicela desaparece, el virus permanece en el cuerpo. Si el virus se reactiva, o se despierta, podrías tener culebrilla.

Aunque el herpes zóster es mucho menos contagioso y pica menos que la varicela, suele causar más dolor. Además, aunque la erupción del herpes zóster suele desaparecer en unas semanas, algunas personas pueden experimentar dolor, entumecimiento, picor y hormigueo que pueden durar meses o incluso años.

Según los dermatólogos de la Academia Americana de Dermatología (Academia), los signos y síntomas comunes del herpes zóster incluyen:

  • Un área de la piel que arde, pica, hormiguea o se siente muy sensible: Esto suele ocurrir en una pequeña zona de un lado del cuerpo y dura de uno a tres días.
  • Una erupción que comienza como manchas rojas y se convierte rápidamente en grupos de ampollas claras y dolorosas: Éstas pueden volverse amarillas o sanguinolentas antes de que se formen costras y se curen.
  • Síntomas similares a los de la gripe: La erupción puede ir acompañada de fiebre o dolor de cabeza.
  • Dolor: A veces, el dolor es lo suficientemente intenso como para que el médico prescriba medicamentos. El dolor tiende a disminuir una vez que las ampollas se curan, lo que puede llevar de dos a tres semanas.

Para ayudar a aliviar el dolor y las molestias del herpes zóster, la Academia recomienda los siguientes consejos:

  1. Acudir a un dermatólogo certificado tan pronto como aparezcan los síntomas. Un dermatólogo puede recetar un medicamento antiviral y otro para ayudar a reducir el dolor más rápidamente. Cuando se utilizan dentro de las 72 horas siguientes a la aparición de la erupción, estos medicamentos pueden hacer que los síntomas sean más leves y breves.
  2. Enfríe la erupción con compresas de hielo, paños húmedos fríos o baños fríos.
  3. Aplique suavemente loción de calamina sobre la erupción y las ampollas. Nunca pique, rasque o reviente las ampollas, ya que el líquido dentro de las ampollas puede ser contagioso y las ampollas ayudan a la curación de la piel.
  4. Cubra la erupción con vendas sueltas, antiadherentes y estériles.
  5. Lleve ropa suelta y de algodón alrededor de las partes del cuerpo que le duelan.

Si sospecha que tiene herpes zóster, evite el contacto con mujeres embarazadas y con cualquier persona que no haya tenido varicela o no se haya vacunado, y acuda inmediatamente a un dermatólogo certificado.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, casi un millón de estadounidenses padecen herpes zóster cada año, y la enfermedad es más común en los adultos mayores. Una vacuna, que puede ayudar a prevenir el herpes zóster, está disponible para las personas de 50 años o más, y es recomendada por los dermatólogos.

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