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Ene 1, 2022

Por qué es un quiste ganglionar y cómo se trata?

A: Un quiste ganglionar es un saco firme, lleno de líquido gelatinoso, situado justo debajo de la piel. En realidad es una excrecencia del revestimiento de una articulación o vaina tendinosa cercana, a la que permanece unida por un tallo. Estos quistes suelen aparecer en la muñeca (normalmente en la parte superior) o en la parte superior del pie; con menos frecuencia, se desarrollan en el hombro, la columna vertebral o la rodilla. Los quistes ganglionares han recibido el nombre de «protuberancias bíblicas» porque históricamente la gente utilizaba un libro pesado, como una Biblia, en un intento posiblemente exitoso pero probablemente doloroso de aplanarlos.

No se conoce la causa exacta de los quistes ganglionares. Algunos parecen derivarse de un traumatismo agudo, como un esguince de muñeca o un golpe en el dedo del pie. Pero lo más habitual es que se desarrollen por microtraumatismos acumulativos debidos al uso excesivo (por ejemplo, por tocar el piano con frecuencia o por utilizar un martillo neumático). Los quistes son más comunes en las mujeres y en las personas menores de 40 años.

Algunos quistes ganglionares no causan problemas, pero otros pueden llegar a ser dolorosos e incómodos. Un quiste que comprime un nervio, por ejemplo, puede provocar hormigueo, ardor o entumecimiento; un quiste que presiona una articulación o un tendón puede causar dolor y posiblemente restringir el movimiento de la articulación. Un quiste ganglionar en el pie puede ser especialmente doloroso porque el zapato puede presionarlo.

Si cree que tiene un quiste ganglionar, acuda a su médico, que palpará la protuberancia (debería moverse un poco bajo la piel) y probablemente la iluminará con una luz brillante para ayudar a descartar un tumor sólido como un lipoma (un tumor graso benigno). La luz suele iluminar un quiste, pero no un tumor sólido. En algunos casos, se puede realizar una ecografía o una resonancia magnética para confirmar el diagnóstico.

Si el quiste no causa síntomas, su médico puede limitarse a vigilarlo con el tiempo. Más de la mitad de los quistes ganglionares acaban resolviéndose por sí solos, aunque esto puede llevar un tiempo, incluso años. Si el quiste se encuentra en el pie, puede ser útil llevar un calzado que no lo roce o colocar una almohadilla dentro del zapato para reducir la presión sobre él.

En el caso de un quiste que cause molestias o le moleste estéticamente, se puede realizar una aspiración con aguja para drenar el líquido gelatinoso. Sin embargo, los quistes tienen una alta tasa de reaparición después de este procedimiento. Otra opción es la cirugía para extirpar el quiste y el tallo que lo une a la articulación o a la vaina del tendón. El tratamiento quirúrgico es muy eficaz, y las complicaciones (como la infección, la reducción de la amplitud de movimiento de la articulación implicada y la lesión de nervios o tendones) son poco frecuentes.

Cualquiera que sea el tratamiento, también debe tratarse el uso excesivo típico que condujo al desarrollo del quiste ganglionar.De lo contrario, en el caso del tratamiento no quirúrgico el quiste puede reaparecer, y en el caso de la extirpación quirúrgica puede formarse un nuevo quiste.

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