(kid′nē)
Uno de los dos órganos de color marrón púrpura situados en la parte posterior (zona retroperitoneal) de la cavidad abdominal. Cada riñón es lateral a la columna vertebral. Los riñones forman la orina a partir del plasma sanguíneo. Son los principales reguladores del contenido de agua, electrolitos y ácido-base de la sangre e, indirectamente, de todos los fluidos corporales.
ANATOMÍA
La parte superior de cada riñón se encuentra frente a la duodécima vértebra torácica; la inferior, frente a la tercera vértebra lumbar. El riñón derecho está ligeramente más bajo que el izquierdo. Cada riñón pesa entre 113 y 170 g, y cada uno mide unos 11,4 cm de largo, entre 5 y 7,5 cm de ancho y 2,5 cm de grosor. Los riñones del recién nacido son aproximadamente tres veces más grandes en proporción al peso corporal que los del adulto.
Cada riñón está rodeado por tejido adiposo y por la fascia renal (membrana fibrosa que ayuda a mantener el riñón en su sitio). En la cara medial del riñón hay una hendidura llamada hilio o hilum, en la que entra la arteria renal y salen la vena renal y el uréter. Las nefronas son las unidades estructurales y funcionales microscópicas del riñón. Cada nefrona está formada por un corpúsculo renal y un túbulo renal con vasos sanguíneos asociados. En sección frontal, el riñón está compuesto por dos áreas de tejido y una cavidad medial. La corteza renal externa está formada por corpúsculos renales y túbulos contorneados. La médula renal consta de 8 a 18 zonas en forma de cuña denominadas pirámides renales; están formadas por asas de Henle y túbulos colectores. Junto al hilio se encuentra la pelvis renal, el extremo expandido del uréter dentro del riñón. La orina que se forma en las nefronas es conducida por un conducto papilar hasta la punta (papila) de una pirámide, que se proyecta en un cáliz en forma de copa, una extensión de la pelvis renal.
Riñón A. Estructuras urinarias; B. Corte transversal del riñón
NEPRÓN
La nefrona está formada por un corpúsculo renal y un túbulo renal. El corpúsculo renal está formado por una red capilar llamada glomérulo rodeada por la cápsula de Bowman. El túbulo renal se extiende desde la cápsula de Bowman. Sus partes, por orden, son las siguientes: túbulo contorneado proximal, asa de Henle, túbulo contorneado distal y túbulo colector, todos ellos rodeados de capilares peritubulares.
Nefros con sus vasos sanguíneos asociados
FORMACIÓN DE LA ORINA
La orina se forma por filtración, reabsorción y secreción. Cuando la sangre pasa por el glomérulo, el agua y las sustancias disueltas se filtran a través de las membranas capilares y de la capa interna o visceral de la cápsula de Bowman (este líquido se denomina filtrado glomerular). Las células sanguíneas y las proteínas grandes quedan retenidas en los capilares. La filtración es un proceso continuo; la tasa varía con el flujo sanguíneo a través de los riñones y la ingesta y pérdida diaria de líquidos. A medida que el filtrado glomerular pasa por los túbulos renales, se reabsorben en los capilares peritubulares materiales útiles como agua, glucosa, aminoácidos, vitaminas y minerales. La mayoría de ellos tienen un nivel de umbral renal (un límite de la cantidad que se puede reabsorber), pero este nivel no suele superarse a menos que el nivel sanguíneo de estos materiales sea superior al normal. La reabsorción de agua está regulada directamente por la hormona antidiurética e indirectamente por la aldosterona. La mayoría de los productos de desecho permanecen en el filtrado y pasan a formar parte de la orina. Los iones de hidrógeno, la creatinina y los productos metabólicos de los medicamentos pueden ser secretados activamente en el filtrado para formar parte de la orina. Los túbulos colectores se unen para formar conductos papilares que vacían la orina en los cálices de la pelvis renal, desde donde entra en el uréter y es transportada a la vejiga urinaria. Periódicamente, la vejiga se vacía (un reflejo sujeto a control voluntario) a través de la uretra; esto se denomina micción, orinar o vaciar. Si una persona normalmente hidratada ingiere un gran volumen de líquidos acuosos, en unos 45 minutos se habrá excretado una cantidad suficiente en la vejiga para provocar la necesidad de orinar.
URINA
La orina está compuesta por un 95% de agua y un 5% de sustancias disueltas. Los materiales disueltos incluyen minerales, especialmente sodio, los productos de desecho nitrogenados urea, ácido úrico y creatinina, y otros productos finales metabólicos. El volumen de orina excretado diariamente varía de 1000 a 2000 mL (con una media de 1500 mL). La cantidad varía con la ingesta de agua, la naturaleza de la dieta, el grado de actividad corporal, la temperatura ambiental y corporal, la edad, la presión arterial y otros factores. Las condiciones patológicas pueden afectar al volumen y la naturaleza de la orina excretada. Sin embargo, se ha comprobado que los pacientes con un solo riñón tienen una función renal normal incluso después de que se les haya extirpado la mitad de ese riñón a causa del cáncer. No hay pruebas de que forzar los fluidos sea perjudicial para los riñones.
Suministro nervioso
El suministro nervioso consiste en fibras simpáticas a los vasos sanguíneos renales. Éstas promueven la constricción o la dilatación, especialmente de las arterias y las arteriolas.
DISTORIAS
Las enfermedades renales más frecuentes son la infección (pielonefritis), la formación de cálculos (nefrolitiasis), la dilatación (hidronefrosis), la pérdida de proteínas (nefrosis), el cáncer (hipernefroma) y la insuficiencia renal aguda o crónica.
VEA: diálisis; VEA: glomerulonefritis; VEA: nefropatía; VEA: nefritis; VEA: insuficiencia renal
EXAMEN
Los riñones se examinan mediante palpación, pielografía intravenosa, ultrasonografía, tomografía computarizada, cistoscopia, cistoscopia retrógrada o resonancia magnética. La función renal también se examina con frecuencia mediante análisis de sangre (como los de electrolitos, nitrógeno ureico en sangre y creatinina) y mediante análisis de orina o recogidas cronometradas de orina.
FORMACIÓN DE LA ORINA