El 70 % de los pacientes que recibimos en la consulta de alopecia son mujeres. Se tiende a pensar que las mujeres pierden el pelo mucho menos que los hombres. Es cierto, pero el porcentaje de mujeres que tiene algún tipo de alopecia a lo largo de su vida llega hasta el 30 %. ¿Qué tipos de calvicie podemos encontrar en ellas? ¿Tienen tratamiento?
Alopecia androgénica
La causa más frecuente de alopecia en mujeres es la alopecia androgénica, de origen hormonal y genético. En esta alopecia notan cómo van perdiendo densidad capilar, la raya se les hace más ancha y se ve el cuero cabelludo (figura 1).
Esta no es la única forma de alopecia. También pueden aparecer:
Efluvio telógeno o «caída por estrés»
Aparece a raíz de un proceso estresante, físico o emocional. En la actualidad vemos muchos efluvios telógenos en pacientes que han pasado la COVID-19 o por el estrés del confinamiento.
Lo más típico es que sea una caída intensa de pelo. En muchas ocasiones las pacientes traen una bolsa con los pelos que se les han caído al lavarse (figura 2). Así, el volumen de la coleta disminuye mucho y las entradas pierden densidad.
A pesar de su espectacularidad, el pelo volverá a crecer pasados unos meses. Es un tipo de caída de pelo reversible y de buen pronóstico.
Alopecia areata
Su origen es autoinmune. En este caso aparecen de forma rápida zonas circulares de alopecia (figura 3), que pueden desembocar en una pérdida generalizada.
Requiere un adecuado diagnóstico dermatológico, ya que tiene un tratamiento específico: corticoides, inmunosupresores e incluso inmunoterapia.
Alopecia frontal fibrosante
Un tipo de calvicie cicatricial de origen autoinmune y hormonal. Ha aumentado su incidencia de forma vertiginosa en los últimos años, y aún no se sabe muy bien por qué.
Las mujeres que sufren esta alopecia suelen tener más de 50 años, aunque cada vez vemos más casos en mujeres de menos edad. Suelen perder las cejas y presentar alopecia en la zona de la frente y patillas («alopecia en diadema», figura 4).
El tratamiento se basa en antiandrógenos y antiinflamatorios.
La importancia del diagnóstico
Las anteriores son las causas más frecuentes de calvicie en mujeres, pero no las únicas. Podemos encontrar otras alopecias: traccional, liquen plano pilar, foliculitis decalvante y por fármacos.
Existen más de cien tipos de alopecia distintos, por lo que su diagnóstico es fundamental antes de pensar en tratamientos.
Para ello, el dermatólogo especializado en tricología (parte de la dermatología que se ocupa de los problemas capilares) dispone de herramientas como la tricoscopia digital (método no invasivo), que permite el diagnóstico en la propia consulta y decidir sobre la marcha el tratamiento.
Tratamiento
Hoy existen terapias muy efectivas para no solo detener sino mejorar la densidad capilar en pacientes con alopecia. Centrémonos en el tratamiento de la alopecia androgénica, que es la forma más frecuente de alopecia femenina.
En primer lugar, la paciente debe ser consciente de que el tratamiento médico le hará efecto mientras lo use. Por ello, debe diseñarse una estrategia que sea cómoda, pues deberá mantenerla a la larga. Yo suelo explicar a mis pacientes que el tratamiento de la alopecia es una «carrera a la larga».
En algunas pacientes, y siempre que sean buenas candidatas, podremos realizar además un trasplante capilar para mejorar la densidad en zonas donde el tratamiento médico no pueda hacer más.
Podríamos resumir los principales tratamientos médicos en:
- Minoxidil: medicamento de uso tópico o, en los últimos años, también oral. Permite engrosar el pelo mediante diferentes mecanismos. Tarda en hacer efecto unos meses y suele verse el efecto máximo al año (figura 5).
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Antiandrógenos: Fármacos que se pueden utilizar vía oral, tópica o mediante microinyecciones en el cuero cabelludo.
Existen diferentes tipos: finasterida, dutasterida, espironolactona y bicalutamida. La elección dependerá de cada paciente y del grado de alopecia. Las microinyecciones son de dutasterida por su mayor vida media (figura 6).
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Otros tratamientos: Existen múltiples terapias con un perfil de efectividad algo menor. Por ejemplo, el plasma rico en plaquetas, el microneedling y el láser de baja potencia. Permiten diseñar una estrategia de tratamiento individualizada a cada paciente.
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El futuro: Muchas pacientes nos preguntan en qué situación está la terapia con células madre o clonación capilar. Actualmente está en fase de experimentación y no se puede realizar en la práctica clínica. Siendo optimistas, quizá en entre 6 y 8 años se convierta en una realidad.
¿Trasplante capilar en mujeres?
Además del tratamiento médico, algunas pacientes pueden beneficiarse de un trasplante capilar. Para ello tendrá que disponer de «buena materia prima», ya que es una cirugía mínimamente invasiva en la que trasladamos pelos (uno a uno) de la zona de la nuca al área de alopecia.
La paciente tiene que tener una zona de alopecia no muy grande y presentar un pelo de calibre adecuado en la nuca. No todas las mujeres pueden realizarse un trasplante capilar. En los casos en que la paciente es buena candidata, el resultado de mejora puede ser tan espectacular (figura 7) como en los hombres.