Un día en la vida de un administrador escolar

Los administradores, a diferencia de los profesores, trabajan un año de doce meses y están bastante ocupados la mayor parte de ese tiempo. Tanto si dirigen una pequeña guardería privada como un instituto público superpoblado, las tareas de un administrador son muchas y variadas, desde el desarrollo del plan de estudios hasta la disciplina de los alumnos. El administrador escolar más conocido es el director. Para ayudar al director están los subdirectores, cuyas funciones suelen ser más especializadas y tienen más responsabilidad en el funcionamiento diario del centro. En una oficina de administración central, otros especialistas trabajan con algunas o todas las escuelas de un determinado distrito, supervisando programas concretos, como la evaluación del rendimiento académico de los alumnos. Cualquiera de estos administradores puede ser responsable del mantenimiento de las infraestructuras, de la contratación y formación de los profesores y de los asuntos estudiantiles.Los administradores también abundan en las universidades. Entre ellos están los decanos de la facultad, que se encargan de los asuntos académicos, y los decanos de los estudiantes, que velan por el bienestar y la conducta adecuada del alumnado. Los registradores tramitan los expedientes de los estudiantes y muchos asuntos financieros, mientras que los prebostes actúan como solucionadores de problemas en toda la universidad. Al igual que en las escuelas primarias y secundarias más pequeñas, las universidades suelen exigir a sus profesores que realicen tareas administrativas. Para un estudiante universitario, el profesor-administrador más conocido es probablemente el jefe de departamento. La administración de un centro educativo es una combinación de trabajo intelectual y trabajo pesado. La capacidad de organización es fundamental, al igual que la capacidad de actuar con limitaciones presupuestarias cada vez más estrictas. Dado que las tareas pueden abarcar desde la contratación de un entrenador de baloncesto hasta la educación sobre el SIDA, los administradores deben ser versátiles y flexibles. Un administrador debe tener mucha paciencia para lidiar con la enorme burocracia que suelen tener las instituciones educativas. Por último, y quizás lo más importante, dado que los administradores son responsables de la educación de los jóvenes, es esencial una especial dedicación y comprensión de las necesidades de los niños.

Pagando su cuota

La mayoría de los administradores principiantes han adquirido experiencia laboral relacionada -generalmente en puestos de enseñanza o de gestión- y, como cabría esperar en un entorno académico, también tienen títulos avanzados, incluidos doctorados, en educación o administración o una combinación de ambos. Recientemente, algunas escuelas han empezado a exigir que sus candidatos tengan un M.B.A. A nivel universitario, se espera, por supuesto, que los decanos aporten un rico bagaje académico y profesional a sus puestos. Al igual que ocurre con muchos puestos de trabajo en el ámbito de la educación en Estados Unidos, los aspirantes deben haber pasado por un proceso de certificación (normalmente administrado a nivel estatal).

Presente y futuro

En su día, los profesores dirigían sus propias escuelas, y algunos todavía lo hacen, pero a medida que el mundo se ha ido especializando, también lo han hecho las escuelas. La necesidad de contar con especialistas para mantener un sistema educativo público y privado cada vez más amplio se hizo patente en los primeros años de la historia de Estados Unidos. En el siglo XIX, quedó claro que los administradores y los profesores podían ser los reformadores de los programas educativos de Estados Unidos, como fue el caso de Horace Mann. Hasta hoy, los educadores y administradores escolares se encuentran a veces en medio de grandes controversias y revoluciones. El futuro depara retos aún más complicados para los administradores escolares. La salud, la política y la cultura desempeñan un papel importante en la vida del administrador escolar contemporáneo, ya que muchos trabajos administrativos están ligados a la financiación estatal y a una estricta jerarquía, por lo que pocos administradores pueden esperar hacerse ricos rápidamente dirigiendo escuelas. No obstante, muchos administradores pertenecen a sindicatos, que se encargan de que el sistema escolar les proporcione prestaciones como seguro médico y guardería. En los colegios privados, los sueldos suelen ser más bajos y las prestaciones complementarias son poco frecuentes.

Calidad de vida

PRESENTE Y FUTURO

Muchos sistemas escolares asignan a los nuevos administradores a puestos bajos del escalafón y sólo les permiten avanzar según un calendario establecido. Otros sistemas están bastante dispuestos a convertir a un profesor experimentado en director de la noche a la mañana, pero esto es menos común en los sistemas más grandes. Algunos principiantes pueden trabajar en la sede de la escuela antes de pasar a una escuela concreta como vicedirector o director.

Cinco años después

Debido a que la administración escolar implica tantas tareas especializadas, algunos administradores en esta etapa tienen mayores responsabilidades en un aspecto de la administración educativa, como el desarrollo del currículo. Otros administradores, como un director de escuela o, en el caso de los administradores universitarios, un decano de estudiantes, tienen deberes más generalizados. Las funciones de un director varían según el sistema escolar. Algunos deben remitirse constantemente a un órgano administrativo central antes de instituir cambios, mientras que otros operan con virtual autonomía. Otra opción para los administradores es trasladarse a un sistema escolar más grande, donde existen mayores oportunidades y desafíos.

Diez años después

Muchos directores respetados mantienen sus puestos durante décadas, dejando una impresión indeleble en generaciones enteras de estudiantes. Otros pasan a otros retos, buscando el puesto de superintendente escolar. En el ámbito universitario, la tendencia es algo diferente. Respetados decanos universitarios suelen colgar sus sombreros administrativos y volver a las aulas o al centro de investigación. Otros buscan el cargo de presidente o rector de la universidad. Dwight D. Eisenhower dejó su puesto de presidente de la Universidad de Columbia para presentarse a la presidencia de los Estados Unidos.

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