• Elyse Hauser
  • 4 de mayo de 2020, 8:00am EDT
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La vista es un sentido peligrosamente fácil de dar por sentado. Otros sentidos pueden quedar embotados a veces, como el sentido del olfato cuando estamos enfermos, lo que nos lleva a apreciarlos más cuando vuelven a estar a pleno rendimiento. Pero, a excepción de los problemas de visión, pocas cosas nos recuerdan que no debemos dar por sentado nuestro sentido de la vista.

Sin embargo, si lo pensamos bien, la vista es algo bastante sorprendente. De alguna manera, nuestros ojos toman información sobre el mundo que nos rodea y la convierten en imágenes que tienen sentido. Y no sólo eso, sino que lo hacen de una manera que coincide con las visiones del mundo de otras personas, por lo que podemos estar seguros de que todos vemos las mismas estrellas, puestas de sol y horizontes.

¿Cómo funciona este misterioso proceso? Averigüémoslo.

Primero, la luz llega a la superficie del ojo

Como sabe cualquiera que se haya tropezado alguna vez con la oscuridad, la luz y la visión van de la mano. Cuanto más brillante es la luz, mejor vemos (al menos hasta que la luz se vuelve tan brillante que pone a prueba nuestros ojos).

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Todavía podemos ver algo con poca luz, pero cuanto más oscuro es, más difícil se vuelve. Nuestra visión nocturna no es tan buena como la de otros animales. Y, si no hay luz, no hay visión.

Así que el proceso de la vista comienza cuando la luz se refleja en un objeto en nuestro campo de visión, y luego llega al ojo.

Primero, esa luz pasa a través de la córnea, la cubierta transparente sobre la parte delantera de nuestros ojos, que está cubierta por una fina capa de lágrimas. Si alguna vez te has pinchado en el ojo, habrás palpado la córnea (y puede que incluso la hayas arañado por accidente).

La córnea curva la luz para que ésta pueda pasar por la pupila, la parte oscura del centro del ojo. La pupila es en realidad una abertura que deja pasar la luz, aunque la córnea la cubre por delante. Si oscurece, la pupila se ensancha para que pase más luz y puedas ver mejor. Y, si hay mucha luz, tu pupila se encoge para que no entre demasiada luz.

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El iris, o la parte coloreada de tu ojo, es en realidad lo que cambia el tamaño de la pupila. Hay músculos en su iris, lo crea o no, que se expanden y contraen para ajustar el tamaño de la pupila.

A continuación, la luz llega al interior de su ojo

Ahora, la luz ha pasado a través de su pupila hasta el interior de su ojo. Esta es la parte de su ojo que no puede ver cuando se mira en el espejo.

La luz primero golpea la lente detrás de su pupila. Esta lente también está conectada a los músculos del ojo, que cambian la forma de la lente para que puedas enfocar los objetos dependiendo de lo cerca o lejos que estén. Al igual que una cámara, los ojos no pueden enfocar el primer plano y el fondo al mismo tiempo.

Detrás del cristalino, la luz se encuentra con el cuerpo vítreo del ojo, un gel transparente y blando que le da al ojo su forma redonda. Este gel es transparente y permite que la luz lo atraviese fácilmente, llegando a la retina en la parte posterior del ojo.

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La retina contiene millones de células nerviosas que son expertas en detectar la luz. Es posible que ya hayas oído hablar de estas células como bastones y conos: tienen dos formas diferentes. Los conos nos proporcionan las imágenes nítidas y los colores vivos que vemos en la luz brillante, mientras que los bastones nos proporcionan la visión periférica y nocturna.

Las células de la retina recogen estos rayos de luz y los convierten en impulsos eléctricos que pueden ser enviados a través del nervio óptico a su cerebro.

Por último, tu cerebro interpreta la imagen

Ahora, lo que acabas de ver ha entrado en tu cerebro en forma de impulsos eléctricos, que se envían a la corteza visual en la parte posterior de tu cerebro. Esta parte del cerebro sabe cómo convertir esos impulsos eléctricos de la retina en una imagen que tenga sentido para ti. El córtex visual nos dice qué estamos mirando y dónde se encuentra en el espacio. Es el último paso en el proceso de la visión.

Como puedes ver, este proceso de decodificación de la luz en la vista es bastante complicado, implica muchos pasos y partes delicadas que tienen que trabajar en sincronía. Sin embargo, todo sucede tan rápido que, para nosotros, parece instantáneo.

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Debido a que los ojos y los cerebros humanos funcionan prácticamente igual, todos vemos el mundo más o menos igual. Pero muchos animales ven una imagen muy diferente a la nuestra cuando miran algo. Por ejemplo, los gatos y los perros nos ganan en visión nocturna con creces. Algunos animales pueden ver colores ultravioleta que nosotros no podemos, mientras que otros pueden ver en infrarrojo. Y, por supuesto, está el camarón mantis, que puede ver diez veces más colores que nosotros.

Levante la vista de su teléfono u ordenador, y puede que tenga un nuevo aprecio por lo que ve, ahora que sabe cómo funciona. Y aquí cubrimos todos los sentidos, así que vuelva pronto para conocer las respuestas a sus preguntas sobre el oído, el olfato, el tacto y el gusto.

Elyse Hauser
Elyse Hauser es una escritora y editora afincada en Seattle con un máster en Estudios de Escritura por la Universidad de Saint Joseph. Su trabajo ha aparecido en publicaciones como Racked, Vine Leaves Literary Journal y Rum Punch Press. Fue galardonada con la residencia Writing Between the Vines de 2017. Leer biografía completa »

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