Tu dieta y la leche materna están estrechamente relacionadas, por lo que lo que introduces en tu cuerpo a diario puede afectar a tu leche materna, y a tu pequeño que está siendo amamantado. Consulte estos consejos para asegurarse de que se mantiene en el buen camino y da a su cuerpo todo lo que necesita para nutrirla a usted y a su pequeño.

  • Continúe tomando decisiones saludables

Mientras que durante el embarazo tuvo que vigilar de cerca sus elecciones de alimentos, la lactancia permite una mayor variedad de alimentos y menos restricciones. Dicho esto, siga comiendo su arco iris de frutas y verduras y una variedad de alimentos saludables de todos los grupos de alimentos. Si te aseguras de incorporar estos alimentos a tu dieta de lactancia, tanto tú como tu bebé os beneficiaréis de los nutrientes y la energía, y los distintos sabores de tu leche materna pueden incluso ayudar a que tu bebé sea menos quisquilloso en el futuro.

  • No cuentes las calorías

La lactancia quema entre 300 y 500 calorías al día, por lo que es probable que sientas hambre más a menudo durante la lactancia. Pero ahora no es el momento de hacer una dieta de choque para recuperar el peso que tenía antes del embarazo. Alimenta a tu cuerpo con lo que necesita y no te preocupes por las calorías: tu cuerpo las necesita para seguir produciendo ese oro líquido para tu pequeño.

  • Mantente hidratada

Agua, agua por todas partes – ¡y deberías beberla! Tu cuerpo necesita hidratarse para mantener la energía, la salud y el bienestar general. Así que asegúrate de tener botellas de agua guardadas en tu puesto de lactancia o por toda la casa donde sean fácilmente accesibles, y recuérdate de beber a lo largo del día.

  • Café

Lo sabemos: eres madre y estás cansada. Si echas mano de tu taza de café o de una bebida energética como parte de tu rutina diaria, intenta limitar tu consumo de cafeína a 500 mg al día (unas tres tazas de café normal de 8 onzas o 3 bebidas energéticas de 16 onzas y media), ya que algunos bebés sensibles pueden volverse más inquietos o despiertos si la cafeína está presente en la leche materna que toman.

  • Tenga en cuenta las posibles sensibilidades alimentarias del bebé

Puede notar inquietud o gases en su bebé después de consumir ciertos alimentos como lácteos, soja o trigo. Llevar un diario de alimentos para registrar las reacciones a medida que se eliminan o se vuelven a añadir alimentos puede ayudar a identificar al culpable en su dieta y en la leche materna.

  • Ingesta de alcohol

Es importante estar completamente informada a la hora de tomar una decisión sobre si va a consumir alcohol durante la lactancia y cuánto. La mayoría de las fuentes profesionales sugieren un límite de 1 a 2 bebidas a la semana, y sólo consumir 8 onzas de vino o 2 cervezas en una sola sesión. Si bebe, se recomienda esperar 2 horas antes de dar el pecho.

  • Medicamentos y hierbas

Muchos medicamentos de venta libre y con receta se consideran seguros mientras se da el pecho, pero siempre es una buena política hablar con su proveedor de atención médica antes de tomar cualquier medicamento nuevo. Si tomas hierbas u otros remedios naturales, ten en cuenta que el hecho de que sean naturales no significa necesariamente que sean seguros. Una vez más, consulte a su proveedor de atención médica para asegurarse de que lo que está ingiriendo no afectará negativamente a su suministro de leche materna o a su bebé.

Está esforzándose por dar a su bebé el alimento perfecto, la leche materna, y cuidar lo que come puede garantizar que ambos estén felices, sanos y prosperen en su viaje de lactancia.

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