Con la llegada del invierno, tal vez usted o alguien que conozca tenga la mala suerte de contraer una desagradable «gripe estomacal» o «gripe de 24 horas», que le permitirá pasar un buen rato en el baño. Y aunque es casi seguro que te sentirás mejor en 24-72 horas, aquí está el truco: No existe la gripe estomacal de 24 horas.

Este concepto erróneo tan extendido proviene del hecho de que mucha gente no entiende lo que es realmente la gripe. La gripe está causada por el virus de la influenza, cuyas diferentes cepas adoptan nombres como H1N1 o H5N1. (Nuestra Dra. Julianna LeMieux ha explicado de forma elocuente estos extraños nombres). La gripe estacional es una infección potencialmente grave para los más jóvenes y los más mayores, y según los CDC, mata a entre unos pocos miles y casi 50.000 estadounidenses cada año.

A diferencia de la llamada «gripe estomacal», la gripe real no se caracteriza principalmente por los vómitos y la diarrea (aunque puede ocurrir). En su lugar, las personas suelen sentirse doloridas y agotadas, como si las hubiera atropellado un autobús.

Entonces, ¿qué causa los vómitos y la diarrea que la mayoría de la gente llama «gripe estomacal»? En general, hay dos posibilidades.

Norovirus. El norovirus, a veces llamado «bicho de los vómitos de invierno», se ha convertido en casi un sinónimo de «brotes en cruceros», aunque puede producirse en cualquier lugar en el que los servidores de alimentos no practiquen una higiene adecuada. El virus es tan contagioso que basta con estar cerca de una persona enferma para infectarse. El virus también es notoriamente difícil de matar. Los cruceros deben ser desinfectados a fondo con lejía para que vuelvan a ser seguros para los pasajeros. Los CDC calculan que cada año se producen unos 23 millones de infecciones por norovirus en EE.UU., de las que aproximadamente una cuarta parte son de origen alimentario.

Intoxicación alimentaria. Si no es el norovirus, entonces la «gripe estomacal» es probablemente algún tipo de intoxicación alimentaria, que puede ser causada por más de 30 patógenos diferentes. Algunos de ellos están relacionados con determinados tipos de alimentos, como los lácteos no pasteurizados o los huevos o la carne poco cocinados. Los CDC afirman que las cinco causas más comunes de intoxicación alimentaria son el norovirus, la salmonela, el Clostridium perfringens, el Campylobacter y el Staphylococcus aureus, que probablemente representan el 91% de los casos de intoxicación alimentaria.

La razón por la que los CDC no pueden dar cifras más precisas sobre la intoxicación alimentaria es porque los datos disponibles son bastante pobres. En general, cada año se producen unos 48 millones de casos de intoxicación alimentaria, pero los CDC sólo pueden ofrecer una conjetura sobre la causa de 9 millones de ellos. El resto se desconoce.

Las conclusiones son: (1) No existe la gripe estomacal; (2) el estadounidense medio tiene una probabilidad de 1 entre 6 de sufrir una intoxicación alimentaria cada año, que se denomina erróneamente «gripe estomacal»; y (3) la causa más probable es el norovirus.

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