El sabor desagradable es una característica común de los jarabes para la tos, en particular los que contienen codeína. Se formuló un compuesto antitusivo de sulfato de codeína y maleato de clorfeniramina en un complejo de fármaco-resina recubierto, que impide la liberación de los principios activos hasta que llegan al estómago y al intestino delgado. Así, los pacientes no perciben el sabor amargo de la codeína. Se llevó a cabo una prueba de sabor cruzada de tres vías en 175 voluntarios que probaron cada uno de los tres jarabes para la tos en una secuencia aleatoria, calificaron el sabor de cada uno y clasificaron sus preferencias. Los jarabes para la tos utilizados en el estudio fueron la formulación antes mencionada (CM), el clorhidrato de prometazina con codeína (PH) y el glicerol yodado con fosfato de codeína (IG). Los sabores se calificaron en una escala de +2 (muy bueno) a -2 (muy malo). Las puntuaciones medias de cada producto fueron de 0,97 para el CM, 0,14 para el PH y -1,5 para el IG. Las comparaciones por pares mostraron diferencias estadísticamente significativas entre el CM y el PH (p. inferior a 0,01) y el CM y el IG (p. inferior a 0,001), pero ninguna diferencia significativa entre el PH y el IG. El CM fue calificado como el más apreciado por 115 encuestados y como el menos apreciado por 27 encuestados. Las razones citadas para esta preferencia fueron su sabor dulce más que medicinal y su consistencia suave y espesa. El amargor fue una razón común para la falta de preferencia por el PH y el IG. Por lo tanto, CM demostró tener una mayor aceptación por parte de los usuarios que cualquiera de los otros dos jarabes para la tos probados.

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